Gobierno los acusó de “cuasigolpistas”

El gobierno salió ayer a cruzar duro al vicepresidente, Julio Cobos, por su participación en un encuentro de legisladores radicales de San Nicolás, y reclamó la renuncia a su cargo, además de acusarlo de llevar a la UCR a actitudes “cuasigolpistas”. El gobierno se manifestó a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y de los jefes de los bloques de diputados de senadores oficialistas, Miguel Ángel Pichetto y Agustín Rossi, quienes con discursos casi calcados indicaron que Cobos “debe renunciar”. Fernández, sin eufemismos, acusó a Cobos de “traidor” y alertó que, el mendocino, “la deja pegada a la Unión Cívica Radical en una situación cuasi golpista”. Rossi afirmó, palabras más o menos que “Cobos debe renunciar” y que “es una burla a las instituciones que mientras sigue ejerciendo el cargo participe de un encuentro de legisladores del principal partido de la oposición. En el primer encuentro legislativo nacional, el radicalismo contestó acusaciones del gobierno. “Que el gobierno deje de desestabilizarse a sí mismo”, coincidieron Morales y Sanz. Este último agregó: “La UCR es un partido donde nadie da órdenes a nadie, eso le pasa a la gente del gobierno, nosotros estamos acostumbrados a debates horizontales. En nuestras reuniones no hay D’Elías ni Morenos”. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, había acusado a la UCR de cuasi golpista por pedirle al vicepresidente que vote en contra del gobierno del cual forma parte. “Ni ellos mismos creen”, fue la reacción menos confrontativa del diputado Ricardo Alfonsín. Con vena irónica se sumó Oscar Aguad: “Que bueno que el gobierno comente lo que hace la UCR quiere decir que perdieron la iniciativa”, indicó el jefe de la bancada de diputados radicales. Similar fue la reflexión de Gerardo Morales: “Ladran, señal que cabalgamos”.

Archivo


El gobierno salió ayer a cruzar duro al vicepresidente, Julio Cobos, por su participación en un encuentro de legisladores radicales de San Nicolás, y reclamó la renuncia a su cargo, además de acusarlo de llevar a la UCR a actitudes “cuasigolpistas”. El gobierno se manifestó a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y de los jefes de los bloques de diputados de senadores oficialistas, Miguel Ángel Pichetto y Agustín Rossi, quienes con discursos casi calcados indicaron que Cobos “debe renunciar”. Fernández, sin eufemismos, acusó a Cobos de “traidor” y alertó que, el mendocino, “la deja pegada a la Unión Cívica Radical en una situación cuasi golpista”. Rossi afirmó, palabras más o menos que “Cobos debe renunciar” y que “es una burla a las instituciones que mientras sigue ejerciendo el cargo participe de un encuentro de legisladores del principal partido de la oposición. En el primer encuentro legislativo nacional, el radicalismo contestó acusaciones del gobierno. “Que el gobierno deje de desestabilizarse a sí mismo”, coincidieron Morales y Sanz. Este último agregó: “La UCR es un partido donde nadie da órdenes a nadie, eso le pasa a la gente del gobierno, nosotros estamos acostumbrados a debates horizontales. En nuestras reuniones no hay D’Elías ni Morenos”. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, había acusado a la UCR de cuasi golpista por pedirle al vicepresidente que vote en contra del gobierno del cual forma parte. “Ni ellos mismos creen”, fue la reacción menos confrontativa del diputado Ricardo Alfonsín. Con vena irónica se sumó Oscar Aguad: “Que bueno que el gobierno comente lo que hace la UCR quiere decir que perdieron la iniciativa”, indicó el jefe de la bancada de diputados radicales. Similar fue la reflexión de Gerardo Morales: “Ladran, señal que cabalgamos”.

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