Goles para un poco de paz

Boca y un triunfo contundente, tras una semana difícil.

Con la autoridad que impone Martín Palermo en el juego aéreo, Boca logró su primera victoria en el Clausura ante un modesto Olimpo. Tuvo que trabajar para llevarse el partido con justicia, aunque sin deslumbrar. Aprovechó la cabeza de su goleador dos veces y la explosión de Cardozo, quien además de convertir el tercer tanto aportó la escasa improvisación que tuvo Boca. Sólo en los últimos veinte minutos, con el ingreso de Rodrigo Palacio, el local se mostró con variantes para desnivelar en ataque. Palermo se pasó los primeros 35 minutos al borde del fastidio y errando pases. Hasta que de pronto una exquisita asistencia de Cardozo le dejó la pelota en la frente. Con un cabezazo que sin demasiada potencia pero con dirección, el goleador colocó la pelota contra el palo derecho de Gaona, quien tuvo una reacción demasiado tardía. La ventaja duró nada. Porque Olimpo empató en la jugada siguiente con un tiro libre que cabeceó Galván en la puerta del área chica. La etapa inicial mostró un Boca sin ambiciones ni variantes. Benítez insiste con colocar a Donnet como enganche, ubicándolo entre los delanteros y los volantes. Así, resultó casi como un hombre menos. El ex jugador Unión no tiene las características para moverse en esa posición y termina siendo tan intrascendente como prescindible allí. Gago asumió el rol de administrador en el mediocampo, transformándose en la aduana su equipo. Cagna acompañaba por la derecha y sólo Cardozo cambiaba de vez en cuando de ritmo, aunque lo hacía sin socios, por lo cual resultaba improductivo. Delgado no desniveló por ninguna de las puntas. Así, sin creatividad, todas las jugadas terminaban en un pelotazo para Palermo. Mientras Olimpo, humilde y cediendo la iniciativa, aguardaba que Maxi Estévez o Delorte intentaran el milagro. A punto de conseguirlo estuvo el “Chanchi” a los veinte minutos de partido. El ex Racing ensayó una apilada dejando tres hombres en el camino y cuando quiso definir se encontró con Abbondanzieri a pocos metros, por lo que no pudo superarlo. Luego Estévez terminó expulsado por simular una infracción. Cuando el complemento amenazaba con ser una extensión insulsa del primer tiempo, Palermo apareció otra vez en el área. Recibió un corner con inusitada facilidad y soledad en el punto del penal y, esta vez sí, metió un cabezazo demoledor. A partir de ese momento el delantero estuvo más a gusto y ya no se equivocó en los pases. Sobre los 20 minutos Benítez decidió el ingreso de Palacio y ahí se vieron los mejores momentos de Boca. El ex Banfield entró encendido, dándole una inyección de energía al equipo. De repente la defensa de Olimpo pasó a ser totalmente vulnerable. En la primera pelota que le dieron, arrancó desde la mitad de la cancha, se sacó dos hombres de encima y cuando Laspada también quedaba en el camino, lo volteó. El defensor se ganó la amarilla y el delantero todos los aplausos. Así, Boca insistió de contra hasta que a diez minutos del final lo liquidó con un gol de Cardozo, quien aprovechó un rechazo corto de la defensa de Olimpo.

Benítez: “Funcionamos perfecto”

Para Jorge Benítez, el funcionamiento de su equipo salió “perfecto” y resaltó la capacidad goleadora de Martín Palermo, quien convirtió dos tantos. “El funcionamiento para este partido salió perfecto. Tal como lo planeamos en la semana. El equipo tuvo precisión con la pelota y velocidad, sobre todo en el segundo tiempo”, afirmó Benítez. “(Martín) Palermo es un goleador de raza», agregó el técnico en diálogo con la prensa. Benítez, además, señaló que este es su “primer triunfo como técnico confirmado”, pero reconoció que no tiene tiempo para “disfrutarlo”. “Hay que seguir. El miércoles tenemos que jugar con Sporting Cristal por la Copa. El técnico si el equipo gana, sigue. Si pierde, se va. Así es el fútbol”, opinó. Sobre el partido ante Olimpo, Benítez admitió que Boca tuvo problemas defensivos por “la falta de altura” de sus jugadores. En tanto el técnico explicó que Rodrigo Palacio ingresó en el segundo tiempo porque al equipo “le faltaba velocidad”. Sobre el ex jugador de Banfield, Benítez confirmó que tiene “una distensión de ligamento en el tobillo izquierdo” por la patada que le pegó Mauro Laspada a los 24 del segundo tiempo y expresó que no sabe si llega para el miércoles.

 

Palacio le cambió la cara a Boca

A pesar de un primer tiempo opaco y sin variantes ofensivas, Boca logró ponerse en ventaja con dos cabezazos de Palermo. Pero el equipo no disponía de otras armas para atacar, dependiendo sólo del goleador. Delgado encaró infructuosamente durante todo el partido y sólo remató una vez al arco. Donnet continúa a la deriva en una posición que no es la suya. Sin embargo, los últimos veinte minutos del encuentro entregaron algo de ilusión de cara al futuro. Por primera vez en el Clausura Palacio saltó al campo de juego y en un par de jugadas generó grandes expectativas. Su explosión y cambio de ritmo, sumado a su gran movilidad, le cambiaron la cara a la ofensiva de Boca.Inteligente para elegir las jugadas, supo cuando encarar y cuando largarla. El delantero además aporta una cuota tan valiosa como lo es saber jugar sin la pelota. Cuando recibió  con la marca encima, devolvió a un toque y buscó inmediatamente un espacio para recibir en soledad. De esta manera, los ataques fueron ágiles, dinámicos y ya no resultaron previsibles. Durante los minutos que estuvo en cancha, Palacio se asoció con Gago y Cardozo, provocando los mejores momentos de su equipo en el partido. Con Delgado y Palermo y sin Donnet, Palacio arrancó como enlace. Dio la sensación que en esa posición también puede rendir. Mientras Delgado no logró desbordar ni siquiera una vez en todo el partido, el ex Banfield, en sólo veinte minutos,  exhibió un repertorio interesante de variantes ofensivas. Por afuera, en velocidad o haciendo diagonales, dejó expuestas las fragilidades defensivas del modesto Olimpo. (ABA)

Juan I. Pereyra (ABA)

 

LA FIGURA Martín Palermo. Metió dos goles y aportó en defensa, ganando el juego aéreo en las pelotas detenidas.  

Martín Palermo. Metió dos goles y aportó en defensa, ganando el juego aéreo en las pelotas detenidas.


Con la autoridad que impone Martín Palermo en el juego aéreo, Boca logró su primera victoria en el Clausura ante un modesto Olimpo. Tuvo que trabajar para llevarse el partido con justicia, aunque sin deslumbrar. Aprovechó la cabeza de su goleador dos veces y la explosión de Cardozo, quien además de convertir el tercer tanto aportó la escasa improvisación que tuvo Boca. Sólo en los últimos veinte minutos, con el ingreso de Rodrigo Palacio, el local se mostró con variantes para desnivelar en ataque. Palermo se pasó los primeros 35 minutos al borde del fastidio y errando pases. Hasta que de pronto una exquisita asistencia de Cardozo le dejó la pelota en la frente. Con un cabezazo que sin demasiada potencia pero con dirección, el goleador colocó la pelota contra el palo derecho de Gaona, quien tuvo una reacción demasiado tardía. La ventaja duró nada. Porque Olimpo empató en la jugada siguiente con un tiro libre que cabeceó Galván en la puerta del área chica. La etapa inicial mostró un Boca sin ambiciones ni variantes. Benítez insiste con colocar a Donnet como enganche, ubicándolo entre los delanteros y los volantes. Así, resultó casi como un hombre menos. El ex jugador Unión no tiene las características para moverse en esa posición y termina siendo tan intrascendente como prescindible allí. Gago asumió el rol de administrador en el mediocampo, transformándose en la aduana su equipo. Cagna acompañaba por la derecha y sólo Cardozo cambiaba de vez en cuando de ritmo, aunque lo hacía sin socios, por lo cual resultaba improductivo. Delgado no desniveló por ninguna de las puntas. Así, sin creatividad, todas las jugadas terminaban en un pelotazo para Palermo. Mientras Olimpo, humilde y cediendo la iniciativa, aguardaba que Maxi Estévez o Delorte intentaran el milagro. A punto de conseguirlo estuvo el “Chanchi” a los veinte minutos de partido. El ex Racing ensayó una apilada dejando tres hombres en el camino y cuando quiso definir se encontró con Abbondanzieri a pocos metros, por lo que no pudo superarlo. Luego Estévez terminó expulsado por simular una infracción. Cuando el complemento amenazaba con ser una extensión insulsa del primer tiempo, Palermo apareció otra vez en el área. Recibió un corner con inusitada facilidad y soledad en el punto del penal y, esta vez sí, metió un cabezazo demoledor. A partir de ese momento el delantero estuvo más a gusto y ya no se equivocó en los pases. Sobre los 20 minutos Benítez decidió el ingreso de Palacio y ahí se vieron los mejores momentos de Boca. El ex Banfield entró encendido, dándole una inyección de energía al equipo. De repente la defensa de Olimpo pasó a ser totalmente vulnerable. En la primera pelota que le dieron, arrancó desde la mitad de la cancha, se sacó dos hombres de encima y cuando Laspada también quedaba en el camino, lo volteó. El defensor se ganó la amarilla y el delantero todos los aplausos. Así, Boca insistió de contra hasta que a diez minutos del final lo liquidó con un gol de Cardozo, quien aprovechó un rechazo corto de la defensa de Olimpo.

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