Gore, lejos del político natural

Albert Arnold Gore lleva la política en la sangre. Su padre fue senador y le inculcó la ambición política.

A los 28 años, le seguía los pasos y ganó una banca en la Cámara de Representantes. Ocho años más tarde Al Gore estaba en el Senado y ocho años después, en 1993, ya era vicepresidente. A los 52 años, el candidato demócrata espera suceder al carismático Clinton.

Pese a su linaje político, su rival republicano George W. Bush, le lleva la ventaja, aunque por estrecho margen. Carente de espontaneidad, Gore es una pesadilla para los asesores de su campaña. Sus discursos suenan a cátedras y en ocasiones su torpeza lo pone en aprietos, como el día que afirmó que fue uno de los creadores de Internet.

«No soy un político natural que abraza a la gente. Necesito una pista más larga para despegar», reconoció.

«Cuando era niño, iba al Congreso con mi padre y lo veía manejar las audiencias de los comités. A mí la política me cuesta más», agregó.

En la más costosa escuela de la capital, St. Albans, fue estrella de atletismo,baloncesto y capitán del equipo de football americano.

El camino de su familia desde el interior de Tennessee hasta la cúpula del poder en Washington no fue fácil. Su abuelo era un granjero que lo perdió todo en la Gran Depresión. Su padre tuvo que trabajar en el campo y su madre como mesera para financiar sus estudios de derecho.

Gore estudió ciencias políticas en Harvard. Como muchos de su generación, probó la marihuana. Su amigo en la universidad era el ahora actor Tommy Lee Jones. Gore no evadió el servicio militar en la Guerra de Vietnam, como lo hizo Bush, y se alistó en el ejército para ir a Vietnam.

En Vietnam, Gore estuvo de servicio por siete meses como periodista del ejército. Hijo de un poderoso senador, no tuvo que combatir nunca en la primera línea de fuego.

De regreso a Estados Unidos, trabajó como periodista en el diario The Tennessean, investigando casos de corrupción en el gobierno local. Estudió teología y se interesó por la ecología.

En 1976 se postuló al Congreso. Como legislador, Gore apoyó medidas de defensa del medio ambiente.

En 1984, Gore se postuló al Senado en una campaña exitosa, pero amargada por la muerte de su hermana a causa de cáncer de pulmón. Gore la acompañó hasta el final en una tragedia que lo convirtió en enemigo de las compañías de cigarrillos.

En 1989 uno de sus cuatro hijos, Albert, de 6 años, fue atropellado por un auto. El niño fue arrojado a 10 metros de distancia y sufrió graves heridas.

Sus padres pasaron 23 días a su lado en el hospital hasta que se recuperó. Fue otro drama que marcó a Gore.

«Descubrí un nuevo sentido de urgencia acerca de las cosas que más valoro», dijo en 1992, refiriéndose a su familia y al medio ambiente.

Gore ha sido uno de los vicepresidentes más activos que ha tenido Estados Unidos.

(Reuters)


Albert Arnold Gore lleva la política en la sangre. Su padre fue senador y le inculcó la ambición política.

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