Grandes momentos de los Juegos Olímpicos

Desde Atenas-1896, en la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos, hasta Pekín-2008, última edición antes de Londres-2012, la historia olímpica ha dejado momentos inolvidables, dignos de repasar en un breve resumen (primera parte):

Honor al Barón: El Barón francés Pierre de Coubertin tuvo la idea de relanzar los Juegos Olímpicos modernos. La creación del Comité Olímpico Internacional (COI) fue en 1894, y los primeros Juegos se disputaron dos años más tarde, en Atenas.

Louis de oro: Al ganar el primer maratón olímpico en 1896, en Atenas, el griego Spiridon Louis rindió homenaje al soldado Filípides, quien, 490 años AC, corrió 42,1 km entre Marathon y la capital griega para anunciar la victoria de Grecia contra Persia.

Título póstumo: El estadounidense Jim Thorpe, campeón olímpico de pentatlón y de decatlón en los Juegos de Estocolmo-1912, privado de sus dos medallas de oro, fue rehabilitado en 1982, a título póstumo.

Duke, rey del crawl: Campeón olímpico del 100 m estilo libre en Estocolmo-1912, el hawaiano Duke Paoa Kahanamoku, quien hizo popular el crawl, repitió su hazaña en Amberes-1920, agregando el título 4×200 m.

Johnny, el Tarzán del cine: Primero en romper la mítica barrera del minuto en 100 m libres en 1922, el estadounidense Johnny Weissmuller dominó los Juegos de París-1924 (oro en 100 m, 400 m y 4×200 m) y Amsterdam-1928 (oro en 100 m, 4×200 m). Hombre-pez, se convirtió después en hombre-mono encarnando a Tarzán en el cine.

El finlandés volador: Mejor atleta de 1500 m durante más de diez años, el finlandés Paavo Nurmi ganó 9 medallas de oro en los Juegos entre 1920 y 1928, estableciendo 22 récords mundiales.

— Mala jugada: Convencido que los Juegos de Berlín-1936 serían una vitrina perfecta para su propaganda, Adolf Hitler no apreció el éxito del estadounidense negro Jesse Owens, ganador en 100 m, 200 m, 4×100 m y salto en largo.

Siempre a punto: Apodado “la Locomotora”, el corredor checo de larga distancia Emil Zatopek solía agotar a sus rivales con su velocidad de inicio, una estrategia que dio resultado en los Juegos Olímpicos de Helsinki-1952, en los que ganó en 5.000 m, 10.000 m y maratón.

Oro en las barras: Reina de su disciplina, Larissa Latynina comenzó su cosecha de medallas de oro en Melbourne-1956. Invicta durante siete años en el concurso general, la soviética ganó 18 medallas (9 de oro) en tres ediciones de los Juegos. ¡Un récord!

Del waterpolo al boxeo: La semifinal de waterpolo entre Hungría y URSS en Melbourne-1956 terminó en drama. Unas semanas después de la invasión de Budapest por parte de los tanques soviéticos, el partido se transformó en combate de boxeo y debió ser interrumpido cuando Hungría ganaba por 4-0.

El milagro de Wilma: Víctima de una poliomelitis a los 6 años, la estadounidense Wilma Rudolph, apodada “la gacela negra”, encontró la energía y el coraje para volver a caminar. Pero en la pista, fueron sus adversarias las que comenzaron a correr detrás de ella. Sus 3 títulos olímpicos (100 m, 200 m y 4×100 m) en Roma-1960 fueron un canto a la vida.

Descalzo: En su segunda carrera de la distancia, el etíope Abebe Bikila ganó, descalzo, el maratón de Roma-1960 y se convirtió en el primer campeón olímpico de Africa negra. Cuatro años más tarde, repitió la hazaña, esta vez calzado.

Sin rival en 100 m: Única nadadora que ganó tres títulos olímpicos consecutivos en 100 m libre (1956, 1960, 1964), la australiana Dawn Fraser fue la primera mujer que bajó el minuto en esa distancia, en Tokio-1964.

Japón al piso: El judo hizo su aparición en los Juegos. Una bendición para los japoneses, convencidos de poder cosechar el oro en las cuatro categorías. Pero no tuvieron en cuenta la presencia del holandés Anton Geesink (pesados o todas categorías) quien, al derrotar al local Akio Kaminaga por ippon, hizo llorar a millones de japoneses.

Panza arriba: Pese a que todos los atletas de salto en alto usaban la técnica del salto con el vientre hacia abajo, el estadounidense Dick Fosbury se convirtió en campeón olímpico en México-1968 saltando de espaldas o panza arriba. Fue el nacimiento del Fosbury flop, estilo que revolucionó la disciplina.

El tiempo se detuvo: Justo antes de que la tormenta azotara a México, el norteamericano Bob Beamon se lanzó en su primer salto. En el momento en que tocó tierra, el estadio quedó enmudecido: ¡8,90 m! Luego, la lluvia se desató. El récord mundial de salto en largo fue superado por 55 cm y perduró casi 23 años.

— Los Juegos del terror: En Múnich, el 5 de septiembre de 1972, ocho palestinos del comando “Septiembre Negro” mataron a dos israelíes y tomaron a otros nueve como rehenes en la villa olímpica. Los Juegos del terror habían comenzado. Al final, 11 atletas morirían. Luego, el presidente del COI, el norteamericano Avery Brundage, anunció que “los Juegos deben continuar”, con la bandera olímpica a media asta.

El récord de Spitz: Siete carreras y siete récords del mundo. Para el estadounidense Mark Spitz, los Juegos de Múnich-1972 fueron sinónimo de perfección, con victorias en 100 m y 200 m libre, 100 m y 200 m mariposa, 4×100 m y 4×200 m estilo libre y 4×100 m cuatro estilos.

— Alexeiev el Fortachón: Al ganar su primer título olímpico en Múnich-1972, el soviético Vassili Alexeiev comenzó su reinado sobre la halterofilia. Cuando se retiró en 1977, el doble campeón olímpico (1976) había batido 80 récords del mundo, conquistando 10 títulos mundiales y 10 títulos europeos.

— Por tres segundos: Convencidos de haber ganado frente a la URSS (50-49) en Múnich-1972, los basquetbolistas estadounidenses festejaban el triunfo, pero tras largas discusiones, los árbitros agregaron tres segundos más al partido y, una canasta más tarde, Estados Unidos encajó su primera derrota en la historia de los Juegos.

— Más que perfecta: Nunca en la historia de la gimnasia los jueces habían acordado una nota de 10. Pero en Montreal-1976, la rumana Nadia Comaneci, con sólo 14 años, cosechó siete.

Los Juegos ante todo: Para el boxeador cubano Teófilo Stevenson, ganador de su tercer título en Moscú, los Juegos eran lo más importante. De hecho, rechazó propuestas millonarias para medirse con el mítico Mohammed Alí.

afp


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