Ante la inminente amenaza de desalojo, siguen los cortes de trabajadores del aserradero en Roca
La protesta permanecerá por "tiempo indefinido", según expresaron los trabajadores. Foto César Izza
Horas de tensión viven los trabajadores de la Cooperativa 1° de Mayo, tras la incertidumbre por un posible desalojo del aserradero. Por ahora, el personal mantiene el corte sobre calle Alsina al 2900, que comenzó ayer por la mañana.
«Que venga la Policía a decirte que quieren hablar, y bajen del auto con una pistola, es una sensación muy fea«, comentó Omar Carrasco, presidente de la Cooperativa, en referencia al duro cruce que vivieron ayer por la tarde con las autoridades policiales.
Durante aquel episodio, unos 30 efectivos se apostaron en sus patrulleros a un par de metros del corte. El descontento entre los sectores confrontados fue en considerable aumento, mientras se esperaba el arribo de la fiscal Belén Calarco al lugar.
«Te mandan a tu vecino a pelear con vos y al otro día lo tenés que ver en la calle«, expresó con disgusto Carrasco al rememorar la secuencia.
Tras conocerse el fallo judicial, el personal se mantuvo alerta con una protesta y corte sobre Ruta Provincial 65, entre calles Félix Heredia y Damas Patricias. Las fogatas como señal de protesta se apoderaron del paisaje en el oeste de la ciudad.
El grupo de 40 trabajadores permanece dispuesto a combatir cualquier tipo de nuevo embate que intenten efectuar las fuerzas de seguridad. Incluso, durante la mañana de hoy informaciones extraoficiales aseguraban un inminente arribo de las fuerzas federales en horas del mediodía.
«Vamos a permanecer hasta que vengan y nos saquen. Si no peleamos nuestra fuente de trabajo no lo hace nadie, porque los gobiernos que tenemos dejan mucho que desear», afirmó el presidente de la cooperativa.
El caso
Cabe recordar que en el año 2012, la empresa Embalajes S.A. vendió y cedió con escrituras traslativas de dominio 12 hectáreas de su propiedad. Justamente una de las personas que solicitó el desalojo de estas tierras fue el empresario Mario López quien desde hace varios años reclaman la entrega de tres hectáreas que adquirió en su momento.
«Habiendo evaluado la documentación correspondiente, tomando conocimiento de la postura y compromiso municipal respecto al cese de actividades y dando por hecho el retiro de los cooperativistas, tomé la decisión de adquirir tres hectáreas, las cuales fueron escrituradas a mi nombre”, señaló hace un tiempo en una entrevista mantenida con este medio.
La primera orden de desalojo se conoció en el año 2020. Desde la Justicia informaron que nunca se ejecutó porque después vinieron distintas instancias de conciliación y de recursos de apelaciones que la fueron dilatando.
Finalmente esta semana se activó nuevamente el expediente desde el juzgado que encabeza María del Carmen Villalba, quien dispuso el envío de un oficio al Ministerio de Seguridad de la provincia, para que arbitre los medios necesarios para concretar la salida de toda persona que se encuentre dentro del predio ubicado en calle Alsina al 2.900.
La primera orden de desalojo de este año se estableció en febrero pero los ocupantes pidieron que se suspenda argumentando la conformación de una mesa de diálogo, con participación del gobierno provincial. En ese interín también aseguraron que estaban en negociaciones con los dueños de una empresa frutícola, para comprar siete hectáreas y trasladar hacia ese complejo el aserradero.
Esas presentaciones fueron tomadas por la jueza Villalba como un nuevo intento para dilatar los tiempos. En la sentencia de esta semana, la magistrada a cargo del Juzgado 1 sostuvo que “la demandada continúa con su letargo, parálisis, e insensibilidad para dar cumplimiento a las obligaciones a su cargo escudándose en derechos que le han sido adversos”.
Comentarios