una esperanza humilde

La ilusión se pondrá en marcha hoy a las 19 en el Malvinas Argentinas de Plaza Huincul. El terreno donde Agustín Pérez y Julián Ruiz picaron una pelota por primera vez.

Allí donde Carlos Sepúlveda es ídolo y donde Mario jugó una temporada del Federal. También donde Carlos Paredes y Julián Fedele desarrollan su tarea en el torneo Integración. La localía es un factor clave y Neuquén no lo puede dejar pasar en el debut ante La Rioja.

‘‘La diferencia a favor que tenemos es que jugamos de local. Somos conscientes de nuestro lugar a nivel equipo, no estamos dentro de las potencias y trataremos de elevar nuestras virtudes para llegar lo más lejos posible. De ninguna forma nos bajamos de ninguna pelea, pero sabemos donde estamos parados’’, dijo Mario Sepúlveda en la previa del debut.

Enfrente tendrá un rival que descendió en la edición pasada, pero zafó porque Neuquén (que salvó la categoría) es el anfitrión y abrió una puerta más. Cristian Verón es uno de los nombres que tiene el conjunto riojano. El alero conoce la zona porque vino a jugar con Ameghino de Villa María en las semifinales del último Federal donde eliminó a Centro Español de Plottier.

Ayer se pudo percibir que hay varias selecciones que tienen más altura que Neuquén. Al mismo tiempo, no es el equipo con menor promedio en centímetros, con lo cual la parte física no es del todo una limitación.

Pablo Romero se refirió al tema y destacó que ‘‘tenemos aleros de buena altura y lo queremos aprovechar’’.

El DT armó un equipo técnico que, al igual que su plantel, tiene mezcla de juventud y experiencia en distintos planos. Su asistente inmediato es Daniel Aráoz y Mario Sotosca está encargado del scouting. Leandro Lauro aporta todo su conocimiento del juego a partir de haber sido uno de los mejores bases que dio Neuquén. ‘‘Para mi es un honor. Estoy contento de que hayan aceptado el desafío de acompañarme. Tenemos mucha expectativa porque hicimos un buen laburo para llegar al torneo’’, comentó el entrenador.

Luego de una semana intensa de prácticas y convivencia, los jugadores locales están motivados para afrontar un compromiso que no es menor. El equipo tiene la misión de contagiar a su gente con entrega y juego. Las chances de volver a poner a Neuquén más arriba en el campo basquetbolístico nacional están al alcance de la mano.

Podio