Hacen juguetes didácticos con impronta regional

Cuatro jóvenes neuquinos, los emprendedores.

NEUQUEN (AN).- Tras un período de dos años y medio durante el cual estudiaron el mercado potencial, ensayaron sus primeros productos y comprobaron su receptividad por parte de los chicos, una empresa formada por cuatro jóvenes neuquinos lanzó su primera serie de rompecabezas con animales autóctonos que aluden a la prehistoria, a la cordillera, al desierto y al mar patagónicos.

Dos dinosaurios –el Giganotosaurus carolinii y el Argentinosaurus huinculensis–, el piche, el choique, el jabalí, la ballena franca, el pingüino Magallanes y el lobo marino integran la serie «Pasitos», la primera que corresponde a los juguetes didácticos de Sueños del sur, una pequeña empresa formada por cuatro jóvenes menores de treinta años.

Luego de pruebas, discusiones y modificación de diseños se logró «un producto de calidad que se identifica con la región y que se corre de los productos de plástico o de origen chino», explicó Francisco Mantilaro, uno de los responsables de la firma.

Añadió que los productos ya comenzaron a distribuirse en jugueterías, librerías y negocios especializados de la región: «fuimos a Esquel, San Carlos de Bariloche, San Martín de los Andes, Villa El Chocón», indicó, y mencionó que se enviaron muestras a España e Italia, donde tienen contactos para realizar una distribución.

El lanzamiento obedece a la posibilidad de satisfacer pedidos en gran escala, indicó Natalia Coviaga, quien además subrayó la importancia de la calidad estética del producto final. Soleda Salaburu, también miembro de esta pyme. Del total del capital necesario, obtuvieron fondos del programa nacional Manos a la obra, que representó «el 15 por ciento de la inversión global», explicó Coviaga.

El objetivo es que los chicos «aprendan jugando, con motivos que les son familiares, parte de su paisaje cotidiano», añadió.

En un comienzo, probaron con serigrafía y cartón, pero luego ambos –procedimiento y material– fueron descartados porque querían una imagen de mayor impacto en los chicos –con profundidad, color, calidad– y un material que fuera «noble y perdurable, como es el caso de la madera».

Matías Price, el cuarto integrante de Sueños del sur, dijo que actualmente cuentan con unos 1.500 rompecabezas en disponibilidad y en el curso el verano tendrán unos ocho mil en total, con los ocho motivos.

La idea es que «agreguemos valor al trabajo local, y que todo se haga con la mayor calidad», añadió Price. Como ejemplo, explicaron que la mayoría del proceso se realiza en la provincia: salvo la impresión de los rompecabezas –por costo–, el resto, hasta las cajas donde se embala el producto, se hacen en esta capital.

Salaburu aclaró que «no es un juguete artesanal: desde el principio nos planteamos hacer algo serializado, industrializado, para poder satisfacer futuras demandas».

Además, puntualizó que la serie «Pasitos» identificará los juguetes, pero «no quiere decir que la empresa se restrinja solamente a esta clase de producción».

La división de funciones en el equipo de trabajo implica que Natalia Coviaga, además de la coordinación de las tareas, se dedique con Soledad Salaburu a las actividades vinculadas con la producción. En tanto, Matías Price y Francisco Mantilaro tienen una responsabilidad mayor en la administración y en las ventas.

Sin embargo, en el momento del proceso previo, de producción y diseño, las discusiones se realizan en grupo hasta encontrar el consenso general y los procedimientos adecuados.

Así ocurrió con los rompecabezas, que requirieron varios ensayos –impresiones en serigrafía, troquelado de cartón– hasta definirse por la madera y por la impresión con el sistema offset.

Las consultas en cuanto a información y compras pueden realizarse a través de la página web –www.suenosur.com.ar– o solicitarla en la dirección electrónica ventas@suenosur.com.ar. También están disponibles los teléfonos de los socios –(0299) 154 236470 ó 154 126768–.

El nacimiento de una pyme

NEUQUEN (AN).- En marzo del 2003 Natalia Coviaga, Soledad Salaburu, Francisco Mantilaro y Matías Price comenzaron el proceso que culminó a finales de 2005 con la primera remesa de rompecabezas didácticos con motivos patagónicos. El objetivo siempre fue claro, explicaron: hacer un producto de calidad, con materiales nobles –madera, papel–, que tuviera una referencia directa a lo regional y fuera accesible para los más chicos. Que «aprendieran jugando».

Tan así fue que los rompecabezas –cuyo precio de venta al público oscilará entre los 22 y los 25 pesos– son la culminación de un proceso doble, que supone el estudio del mercado potencial y la posibilidad de renta y recupero de la inversión y su calidad didáctica y lúdica simultáneamente. Los cuatro afirman que recabaron opiniones de padres, psicólogos, psicopedagogos, docentes y de los mismos chicos en el trámite de comprobar los diseños elegidos. Así fueron corrigiéndolos.

En cuanto a asesoramientos técnicos, los planes de inversión y el mismo proyecto, fundamentalmente en sus aspectos de comercialización y distribución, fue supervisado por Price –es administrador de empresas– con lo cual se busca una «sostenibilidad en el tiempo», tal como explicó Mantilaro.

GERARDO BURTON


NEUQUEN (AN).- Tras un período de dos años y medio durante el cual estudiaron el mercado potencial, ensayaron sus primeros productos y comprobaron su receptividad por parte de los chicos, una empresa formada por cuatro jóvenes neuquinos lanzó su primera serie de rompecabezas con animales autóctonos que aluden a la prehistoria, a la cordillera, al desierto y al mar patagónicos.

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