Halliburton apuesta a un plantel joven en Argentina

La gigante empresa de servicios norteamericana Halliburton dio sus primeros pasos en la industria petrolera en 1919 a través del proceso de cementación de pozos. Hoy, una centuria después de aquel primer acercamiento, la compañía tiene 14 líneas de negocios que ofrecen soluciones para la industria con presencia en 80 países y cerca de 60.000 empleados.

En Argentina tienen cerca de 2.000 empleados de los cuales el 38% son mujeres. Uno de los datos que más resalta es que el promedio de edad en el país es de 27 años. “Que sean 2.000 personas las que hacen funcionar uno de los negocios más importantes que tienen la compañía, con una edad tan corta, es algo muy importante. Da escalofríos pensar lo poderoso que puede llegar a ser el futuro de la empresa en este país”, expresó el presidente y CEO de Halliburton, Jeff Miller, en su exposición en el panel de los CEOs de la última edición de Oil&Gas.

El 92% de los empleados en el país son argentinos e incluso forman parte de los puestos de liderazgo, apenas el 10% de los miembros de la compañía migran de su lugar de origen. En algunos casos se trasladan equipos especializados para supervisar la aplicación de nuevas tecnologías.

En la década del ‘50 la firma comenzó a escribir su historia en el suelo argentino y hoy, con la misma tecnología que aplican en Estados Unidos, forman parte de la inicial historia de Vaca Muerta junto a otras grandes compañías como Schlumberger, Baker Hughes, Weatherford y Nabors, entre las más destacadas.

En paralelo a los servicios que prestan a nivel local, la compañía comenzó a ensamblar los camiones que portan las gigantes bombas de 2.000 caballos de fuerza hidráulicos (HHP, por sus siglas en ingles) en el país. El ensamblado de los HT-2.000 son el “comienzo” de otra fuente de negocio para la empresa en el país. Incluso Miller consideró que “hay más por hacer” en este sector y dejó la puerta abierta para aumentar la actividad en un área que “ayuda a la empresa” a incrementar la eficiencia.

La digitalización como clave

Si bien las herramientas se adaptan a cada tipo de suelo y formación, la compañía aplica en Vaca Muerta la misma tecnología que utilizan para desarrollar los no convencionales en Norteamérica. En paralelo a las toneladas de acero y hierro que mueve Halliburton, la digitalización de procesos y la implementación de Big Data comenzó a tomar un alto protagonismo en su estrategia.

“Al principio era una nueva idea, pero realmente cobró valor cuando pudimos demostrar todo lo que se podía hacer. En estos casos corrés el riesgo de quedar sumergido en un mar de datos sin saber qué hacer, podés gastar mucho dinero sin obtener nada”, aseguró Miller.

La compañía no trabaja con cualquier tipo de software, la filosofía es bastante estricta y sí o sí debe responder a tres puntos.

En primer lugar, deben ser herramientas de arquitectura libre, es decir de código abierto para que cualquiera lo pueda usar. El segundo principio es que la aplicación de esas herramientas debe tener un retorno, un caso de negocio atrás. Y por último todas las herramientas digitales tienen que crecer con socios. Para eso forma parte del grupo la firma Landmark que provee soluciones de Big Data, analíticas, y software para la exploración y producción.

“Hemos tenido un gran éxito en reducir nuestros costos con Big Data. Todo nuestro mantenimiento se hace digitalmente, seguimos todos nuestros equipos a través de estas herramientas para prevenir fallas y eso nos permite ser más eficientes con nuestro trabajo”, indicó Miller.

En Houston comenzaron a operar lo que se conoce como un Live Event Room, donde monitorean los trabajos con aproximadamente 1.500 clientes, todo de manera digital.

“Todas estas cosas que solíamos pensar únicamente como acero, ahora hay software y APP que van con ello”, agregó.

La proyección a futuro del presidente y CEO de Halliburton es que la digitalización va a acompañar los desarrollos a futuro para garantizar que sean más seguros y eficientes.

Miller: “tiene que haber más colaboración entre operadores y empresas de servicios”

La interminable carrera por reducir los costos operativos y logísticos en la industria del gas y petróleo no es solo un tema local. Con escenarios y escalas diferentes, las compañías productoras y prestadoras de servicios intentan hacer todos los procesos del sector más eficientes.

Para Halliburton la cadena de abastecimiento a nivel global
-con algunas excepciones- ha perdido competitividad y la clave para revertir la tendencia está en “acercar” a las empresas productoras y de servicio. “La cadena de abastecimiento llega a un punto que se transforma en poco eficiente, imagino que lo que vamos a ver en el futuro es a la cadena más junta para bajar los costos generales”, proyectó Jeff Miller.

En paralelo citó los casos de Norteamérica, India y Brasil dónde se logró hacer servicios más integrales que resultaron en una baja de costos.

Si bien evitó hacer una proyección a largo plazo de cómo deben ser las compañías que atienden a la industria hidrocarburífera, reconoció que hubo importantes cambios en los últimos 20 a 25 años por lo que “no sería sorpresivo” ver modificaciones en futuro.

“Nada de lo que estamos usando hoy lo soñábamos hace 25 años. No podíamos pensar en herramientas de 40.000 HP, ni tampoco direccionales”, expresó Miller.

Por último, aseguró que las respuestas de cómo serán las compañías de servicio no está entre los más experimentados sino “en la cabeza” de los jóvenes de 20 años que recién arrancan en la industria.