Hasta el caos se puede aprovechar

BARILOCHE

Esta Semana Santa nuestra ciudad, tanto en el radio céntrico como en los kilómetros, fue un verdadero caos.

Miles de turistas nos visitaron de todas partes, ya sea porque la devaluación de febrero nos ha dejado como un país muy económico para los extranjeros o porque mucha gente nos visita de nuestra zona y nuestro país atraída por nuestra propuesta de Pascua. Por la razón que fuere, Bariloche literalmente explotó.

Paseando por la calle Mitre casi no se podía avanzar de la cantidad de gente que transitaba por las aceras y ni hablar del tránsito vehicular: a paso de hombre.

Mucha pero mucha gente se dio cita en nuestra ciudad y eso es auspicioso para nuestros comercios, hoteles, restaurantes, artesanos, transportistas, estaciones de servicios… todos los que trabajan directa o indirectamente en servicios turísticos se han visto beneficiados y hasta que encontremos una alternativa al monoingreso es de esperar que estos hechos se repitan más a menudo.

Creo que la responsabilidad de nuestras autoridades municipales es establecer mínimamente la organización externa que tiene que ver con un ingreso tan importante y masivo a la ciudad, ya que si de aportes hablamos tienen a los privados haciendo el huevo gigante y la tabla de chocolate, a la Nación bancando gran parte de los gastos de shows artísticos y a la provincia aportando lo suyo, aunque esta vez parece que no se jugaron mucho.

Me preguntaba qué buscamos o exigimos de los municipios en este tipo de eventos.

Cuando uno viaja a otras ciudades quiere que mínimamente el municipio de esa ciudad lo informe adecuada y educadamente, le dé seguridad en el tránsito y que una importante cantidad de agentes públicos y policiales minimice los riesgos como turistas.

Uno de los problemas de nuestra ciudad, y de cualquier otra, es dónde dejar los vehículos. Es por ello que las ciudades de turismo tienen muchas cocheras habilitadas en las cuales resguardarlos y un sistema de estacionamiento pago que todos usamos cuando las visitamos.

Sabido es que Bariloche carece de cocheras pagas cubiertas o descubiertas y que en la mayoría del trazado céntrico la mitad de las cuadras está en blanco y la otra en amarillo. Sin entrar a discutir si esto está bien o mal, me preguntaba si el caos vehicular de Semana Santa se hubiera podido aprovechar.

Una idea que se me ocurría era la de establecer para estas fiestas o eventos en los que se prevea que la cantidad de gente que vendrá desbordará las escasas plazas para estacionar, la implementación de un sistema que les permita a todos (de igual manera lo han hecho) estacionar en lugares prohibidos siempre que no se tape un garaje. Se organiza a todos los chicos del estacionamiento, se llama a los agentes de tránsito y la policía y se da en esa oportunidad y como excepción estacionamiento pago y vigilancia en todos los sectores que fueron utilizados.

Creo que si sacamos cuentas el municipio ganaría más con esta medida que labrando actas de infracción a cientos que seguramente no las van a abonar nunca pero tampoco olvidarán a una ciudad que no les ofrece estacionamiento o los obliga, con frío y lluvia, a dejar sus vehículos y a su familia a diez o quince cuadras de los festejos o de los lugares a los que el turista quiere acceder.

DNI 12.862.056

Jorge L. Fernández Avello/ Lectores


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