Hay cuatro denuncias diarias de maltrato infantil en Neuquén

Muchas veces son los mismos chicos los que piden auxilio.

Muchas veces los chiquitos cuentan los casos como si las víctimas fueran terceras personas. «Hablan de un amiguito al que le pegan y cuando van tomando confianza en el interlocutor cuentan la verdad», advierten en Neuquén.
NEUQUEN (AN).- En Neuquén, cada seis horas alguien se anima a denunciar que un niño es maltratado. Y muchas veces son los propios chicos los que levantan el teléfono y discan el número 102, la línea gratuita que garantiza que del otro lado hay alguien preparado escuchar el pedido de socorro.

Entre las llamadas telefónicas y los casos que se detectan en las guardias de los centros de salud o en las escuelas, en la capital neuquina hay un promedio entre tres y cuatro denuncias diarias de chicos maltratados. Desde su implementación, el teléfono es la herramienta que corre la cortina de un ámbito cerrado donde el golpeador se siente impune, hasta que sabe observado y deja de maltratar. Es que al darse cuenta de que lo están mirando activa todos los mecanismos defensivos y automáticamente intenta comportarse bien la criatura y seducirla para que retroceda con la acusación.

Así como en esta ciudad todos los días aumenta la cantidad de denuncias, en los últimos tiempos disminuyeron los casos de maltratos graves que -en cambio- cada vez son mayores en el interior provincial, donde se han producido casos espantosos.

* Un chico de tres años al que le amputaron los pies porque el padrastro lo obligaba a dormir afuera en invierno, en plena cordillera y con diez grados bajo cero.

* Una beba de dos meses con fisura de cráneo y una previa quebradura de tibia.

* Un chiquito atravesado por un balazo que le perforó el riñón.

* Un nene de dos años asesinado a golpes por su padrastro ante la omisiva mirada de su madre.

Los casos son recientes y todos fueron puertas adentro de hogares-infierno, donde padres o madres golpeadores se sacuden de los problemas que no pueden resolver lastimando a sus propios hijos.

«La situación social influye muchísimo pero hay que aclarar que en esto no hay estratos sociales, tenemos padres que son desocupados y golpean, abogados o contadores que golpean, madres que pegan más que los padres y hasta hijos golpeados que cuando crecen le pegan a sus padres golpeadores», afirma la pediatra Mónica Belli, una de las integrantes del equipo de maltrato infantil que funciona en el hospital Castro Rendón de esta ciudad.

La especialista explica que la habilitación de la línea telefónica disparó la cantidad denuncias. Es que las llamadas llegan cuando los chicos están más desesperados y necesitan confiar en alguien. Por eso, el jefe de la guardia de Pediatría es el encargado de registrar y/o atender cada llamado, cumpliendo con una serie pautas que hasta que se terminara el papel tenían forma de planilla.

Muchas veces, los chiquitos cuentan los casos como si las víctimas fueron terceras personas. Hablan de un amiguito al que le pegan y cuando van tomando confianza en el interlocutor cuentan la verdad. Los que llaman son niños que tienen desde 7 a los 12 años y hay muchos casos en que al maltrato se suma el abuso sexual.

Cuando se evalúa que hay un riesgo grave e inmediato se articulan los mecanismos para dar una respuesta urgente y el receptor denuncia el caso a la Defensoría del Menor y Adolescente que está en condiciones de movilizar a la Policía.

Cuando los casos están al desnudo comienza otra etapa. «Los golpeadores, que en la gran mayoría de los casos son los padres, trabajan sobre sus víctimas, los amenazan con golpearlos más fuerte, les dicen que los van a mandar a un hogar de menores y que allí nunca más podrán verlos, les dicen que pueden ir presos», agregó Belli quien trabaja con una psicóloga, otra pediatra y estudiantes avanzadas de servicio social en una oficina mínima del hospital neuquino. La oficina, un espacio robado a la administración del nosocomio, en la puerta tiene un afiche con el número 102. Allí llegan los chicos y los mayores que cada uno por su lado inicia el tratamiento de recuperación.

Las culpas son siempre de los chicos y los golpes son siempre casuales. «Cuando se empieza a indagar se cae en la cuenta que los golpeadores fueron niños golpeados que recién cuando avanza la terapia se dan cuenta que están repitiendo la misma historia», cerró la becaria Gladys Lima, una de las cuatro mujeres de la oficina 102.

«Es importante que los chicos sepan que pueden defenderse»

NEUQUEN (AN).- El 60 por ciento de las denuncias que reciben las profesionales del Castro Rendón llegan a través de la línea del 102, que está habilitada las 24 horas y que no tiene costo para quien llama.

El equipo que atiende los casos de maltrato tiene un presupuesto escaso y recibe un aporte de la tarjeta de crédito Naranja. Sin embargo, a pesar de las carencias, se las arreglan para atender la mayoría de los casos que de no ser por este medio es muy probables que jamás llegaran a trascender.

La doctora Mónica Belli dijo que más del 90 por ciento de las denuncias que hacen los chicos responden a casos concretos.

«Hay veces que el chico llama y cuando se empieza a indagar nos damos cuenta de que no se trata de un caso de maltrato serio; creo que lo importante es que los chicos saben que pueden defenderse», explicó la doctora Mónica Belli. Los datos procesados más recientes son del período abril de 2000 a abril de 2001. En ese lapso se recibieron 896 denuncias, de las cuales el 51 por ciento fueron de nenas y el resto de nenes. Del total, 592 fueron por maltrato físico, 112 por abuso sexual y 98 por negligencia de los padres, además de otros motivos.

Del total, 356 las víctimas era chicos de entre siete y doce años; 226 entre 0 y tres años; 174 entre cuatro y seis; y 140 eran mayores de 14 años.

Las especialistas explicaron que hay casos en los que son las madres las que llaman por el maltrato a los que son sometidos los chicos por parte de sus padres.

«Casi con seguridad que ellas también son golpeadas por sus maridos», agregó Belli. En esos casos, se deriva a las mamás a los equipos de violencia familiar que funcionan en el Consejo de la Mujer y en el ministerio de Desarrollo Social.

«El que golpea tiene una imposibilidad de resolver sus problemas a través de la palabra. Hay que revisar la crianza del golpeador para poder cortar la cadena epidemiológica que es el maltrato», explicó la profesional.

«La embajada de la alegría» llega a Roca

ROCA (AR).- Los niños podrán acceder al conocimiento de sus derechos a partir de una novedosa propuesta. «La embajada de la alegría» llegará a Roca con su espectáculo circense que apunta a transmitir los derechos de los más pequeños como eje fundamental. Antes de la función de circense está previsto realizar talleres de circo, juegos teatrales, música y títeres apuntando a promover la expresión artísticas como forma de desarrollo integral del individuo y a la vez generando un efecto multiplicador que podrá ser continuado por los protagonistas locales.

Toda la actividad será libre y gratuita, y se realizará mañana a las 16 en el salón del polideportivo ubicado en Maipú y Alem del barrio Tiro Federal de Roca.

El argumento principal con el que se trabaja en el espectáculo circense es que cada personaje de la obra representa un derecho del niño no cumplido. Todos están bajo las órdenes del dueño del circo. El conflicto se resuelve cuando todos comienzan a ocuparse del problema del otro y ayudan a resolverlo. Una vez recuperado sus derechos, el circo cobra más vida y alegría, las pruebas son más espectaculares.

Esta actividad es organizada por la Subsecretaría de Asistencia y Promoción Familiar del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la provincia de Río Negro que realizó gestiones ante el Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios