«Hay que pensar quién se beneficia con esto»

El Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró ayer que los incidentes ocurridos el viernes frente a la Legislatura fueron «cuidadosamente urdidos» por un grupo con capacidad para «sortear la inteligencia del Estado» y afirmó que el Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se enteró de lo estaba pasando porque «yo lo llamé por teléfono».

Lejos de aclarar cuál será la política del gobierno ante los constantes hechos de violencia que se multiplican con el paso de los días, el jefe de Gabinete volvió a recurrir a las teorías conspirativas.

«Estamos ante una acción cuidadosamente urdida de un grupo de alrededor de 40 a 50 personas que tuvo la capacidad de sumar a otros a su lógica violenta y que fueron solamente a hacer lo que hicieron», afirmó en declaraciones a radio América Fernández.

En ese sentido, sostuvo que «la realidad es que hay que pensar para qué hicieron esto y quién se beneficia con esto», reflexionó respecto de los incidentes ocurridos el viernes pasado frente a la Legislatura porteña, cuando ese cuerpo se disponía a tratar el Código de Convivencia Urbana. Asimismo, manifestó

que «esto no fue el resultado de una manifestación espontánea, muy por el contrario fue urdida por grupos que buscan o generar sensación de intranquilidad en la gente o que hayan buscado directamente una reacción del Estado».

Fernández dijo que «evidentemente no tuvimos la información previa» sobre la preparación de los incidentes y agregó que «lo que cabe preguntarse es qué actitud tienen estos grupos como para poder, inclusive, sortear la inteligencia del Estado».

El funcionario indico que «habrá que pensar seriamente lo que ha pasado y quiénes están detrás de esto, en vez de andar graciosamente reclamando palos duros como a algunos los veo simplificando la historia».

«Hay que ver quién se beneficia con todo esto y así será más fácil encontrar al causante de todo esto», sostuvo.

Por otra parte, dijo que «a mí me llama a veces la atención la preocupación que expresa Aníbal Ibarra que se enteró de estos hechos porque yo lo llamé por teléfono, porque estaba co

miendo fuera de la Legislatura y ni siquiera sabía lo que estaba pasando». «Yo le diría que sería bueno que todos vean como vimos nosotros como fueron desarrollándose los hechos», expresó.

Fernández concluyó que «el error en el que no debe caerse es que estamos en presencia de una manifestación espontánea que en algún momento se desbordó».

En cambio, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, marcó diferencias con el Gobierno nacional en la estrategia frente a ataques contra edificios públicos, al sostener que «es obligación del Estado intervenir» y aseverar que «hay que poner límites» a los violentos.

El funcionario consideró que el problema se resuelve «con la acción policial», con lo cual se diferenció del método utilizado por el Ejecutivo nacional en los destrozos provocados en la Legislatura porteña.

En declaraciones a radio Rivadavia, dijo: «nosotros creemos que hay límites, y esos límites hay que ponerlos». «Si con motivo de manifestaciones de esa naturaleza, se llega a un punto donde ni con la disuasión ni con la prevención y contención se logra el objetivo y se atacan bienes o personas, es una obligación del Estado intervenir, nosotros tenemos esa doctrina», aseguró.

Arslanián consideró que «estamos hablando de una modalidad totalmente novedosa, de una violencia irracional que trata de romper, de cometer daños de distinta naturaleza. Es una violencia que hay que enfrentar, y no puede ser que se la deje avanzar, hay que buscar su límite», remarcó.

(DyN/Télam)