“Hechos acreditados”
VIEDMA (AV)- Zágari consideró acreditadas varias cuestiones fácticas. Por un lado, la carencia de solvencia económica y financiera de las empresas que no reunían las exigencias para ser co-contratantes según el régimen de proveedores del Estado. La acusación enumera diversas irregularidades, que van desde falta de avales bancarios hasta “simulaciones en las apariencias que encubrían la puesta en marcha de una nueva sociedad al solo efecto de trabajar con la provincia”. También se le endilga que Masily se encontraba en concurso preventivo y con créditos de Flavors y Cía S.A, que el grupo Matas se encontraba concursado, y que Masily era su acreedor. “Tal situación se ha probado suficientemente y resulta claramente indicativa del vínculo existente entre Matas y Masily, que permite apreciar y aseverar la existencia de un único grupo empresario, que actuaba frente al Estado Provincial”. También se explica que “mediante la entrega de alimentos con cualidades simuladas sobre calidad y aptitudes nutricionales, Flavors defraudó al Estado Provincial, abonándose mercadería de origen dudoso, sin registros ni controles de los organismos competentes”. Sostiene el Ministerio Público que la prueba “es contundente en relación a la deficitaria calidad de los alimentos que entregaba Flavors” y detalla las carencias nutricionales, los falseamientos y los incumplimientos con el Código Alimentario que pudieron confirmarse.
VIEDMA (AV)- Zágari consideró acreditadas varias cuestiones fácticas. Por un lado, la carencia de solvencia económica y financiera de las empresas que no reunían las exigencias para ser co-contratantes según el régimen de proveedores del Estado. La acusación enumera diversas irregularidades, que van desde falta de avales bancarios hasta “simulaciones en las apariencias que encubrían la puesta en marcha de una nueva sociedad al solo efecto de trabajar con la provincia”. También se le endilga que Masily se encontraba en concurso preventivo y con créditos de Flavors y Cía S.A, que el grupo Matas se encontraba concursado, y que Masily era su acreedor. “Tal situación se ha probado suficientemente y resulta claramente indicativa del vínculo existente entre Matas y Masily, que permite apreciar y aseverar la existencia de un único grupo empresario, que actuaba frente al Estado Provincial”. También se explica que “mediante la entrega de alimentos con cualidades simuladas sobre calidad y aptitudes nutricionales, Flavors defraudó al Estado Provincial, abonándose mercadería de origen dudoso, sin registros ni controles de los organismos competentes”. Sostiene el Ministerio Público que la prueba “es contundente en relación a la deficitaria calidad de los alimentos que entregaba Flavors” y detalla las carencias nutricionales, los falseamientos y los incumplimientos con el Código Alimentario que pudieron confirmarse.
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