Heroico rescate de tres bomberos entre las llamas

CHOELE CHOEL (AVM).- Las llamas de los incendios que se registran sobre campos de Valle Medio, siguen arrasando con montes y pastizales. Pero además, en las últimas horas se han vivido escenas cargadas de tensión y dramatismo, que a punto estuvieron de terminar en tragedia.

El sábado a la madrugada, tres bomberos salvaron sus vidas gracias al arrojo del jefe de bomberos quien, a riesgo de su propia integridad, atravesó las llamas con un vehículo al que se le quemaron las cubiertas.

Los brigadistas habían quedado cercados por las llamas cuando hubo un repentino cambio de viento. Inmediatamente Juan Calvó, jefe de bomberos de Choele Choel, subió a la camioneta de la Brigada Rural y comenzó a circular a campo traviesa y sin detenerse ante las llamas para rescatar a sus compañeros. El vehículo llegó justo a tiempo, a pesar de que en su camino debió sortear lo desparejo del terreno y las matas, además de las amenazantes lenguas de fuego que tenían varios metros de altura.

Y cómo habrá sido de arriesgada la maniobra, que las llamas quemaron las cubiertas de la camioneta, aunque esto no impidió que los bomberos rodeados por el incendio y su rescatador quedaran finalmente a salvo.

“Tuvieron que encarar a campo traviesa con la camioneta de la Brigada Rural porque los había rodeado el fuego. Sólo se quemaron las cubiertas de la camioneta, pero por suerte los bomberos están bien”, mencionó un ganadero que relató el episodio.

Ayer al mediodía, en el campo donde se producía el incendio, cerca de 40 hombres -entre bomberos voluntarios y ruralistas- luchaban para poder controlar las llamas que seguían arrasando con miles de hectáreas de montes de pastizales en Valle Medio.

El sábado, luego de varias horas de trabajo, los brigadistas habían podido controlar el incendio. Pero las ráfagas volvieron a convertir las llamas en incontrolables. Está circunstancia llevó a que se previera cortar el tránsito sobre la ruta nacional 22. Pero repentinamente el viento comenzó a soplar en otra dirección y las llamas cambiaron sorpresivamente de rumbo.

Los brigadistas enfrentaban, ayer por la tarde, dos importantes focos, ubicados a 80 kilómetros de Choele Choel y a escasos seis kilómetros de la ruta 22, en campo de la familia Casagrande. Hasta ayer al mediodía las llamas habían afectado más de 20 mil hectáreas.

“Algunos no dan más. Desde el viernes que hay gente trabajando, a veces descansando mal. La pelea es difícil. Ayer pensamos que lo teníamos controlado pero se nos fue otra vez por el viento”, relató un exahusto ganadero.

En el lugar, las escenas a veces son dantescas. A las inmensas columnas de humo se suman trombas de aire, como pequeños tornados, que desparraman cenizas en todas partes. Estos remolinos son causados por el microclima, por la repentina baja de presión que generan las llamas a su paso y son también factores propicios para la propagación del fuego. “Esos remolinos pueden tirar brasas que inician otros fuegos”, dijo Alberto Ibarrondo, un productor que señaló las trombas de aire.

En Viedma y Conesa están casi controlados

VIEDMA (AV).- Los focos cercanos a Viedma y Conesa están virtualmente extinguidos y sólo quedan pequeños grupos de combatientes haciendo guardia de cenizas para evitar que afloren en otras extensiones a las que el fuego no llegó.

Los grupos permanecían ayer en algunos campos del departamento Adolfo Alsina donde se quemaron unas 170.000 hectáreas de piquillines, chañares y pajonales.

En General Conesa ocurrió algo similar. Lo único que generó preocupación en esa zona fue un incendio provocado por un productor que pretendía sembrar y mandó a quemar la vegetación acumulada por el desmonte.

Durante la jornada de hoy, los grupos serían retirados del campo en virtud de que sus tareas casi han finalizado.

Evolucionan los heridos

En cuanto a los heridos registrados en la semana en un campo cercano a estación O’Connor, los familiares de José Aguilera indicaron que el peón rural evoluciona lentamente de las graves quemaduras recibidas cuando a él y sus hijos los cercó el fuego en el campo de Adrián Durrieu.

Los familiares indicaron ayer que Aguilera sigue muy dolorido pero ya está recibiendo alimentación en el hospital Italiano de La Plata.

Respecto de sus hijos Esteban y Juan José, los familiares señalaron que evolucionan más rápidamente y toleraron los primeros alimentos ingeridos.

No obstante, se indicó que tendrían que ser sometidos a una segunda operación para recibir injertos de piel.

Los Aguilera sufrieron quemaduras en un 50 a 70 por ciento de su cuerpo, de acuerdo a los primeros diágnosticos de médicos que los atendieron en un primer momento en el hospital “Artémides Zatti” de Viedma.

Los voluntarios llegan a Galápagos

SANTA CRUZ, Ecuador (EFE).- Un ejército de voluntarios llegó a la isla Isabela para limpiar la marea negra que alcanzó sus costas, mientras en Floreana el peligro de que el vertido afecte a focas peleteras de las Galápagos fue controlado.

Unos cuarenta expertos del Parque Nacional Galápagos (PNG) y decenas de pescadores y voluntarios llegaron a Isabela, la mayor isla de ese archipiélago ecuatoriano, para recoger los grumos de carburante que pudieran llegar a las costas. Además, limpian los residuos que chocaron contra varios islotes al sur de esa formación insular, que es el hábitat de flamencos originales de la zona y colonias de las famosas tortugas gigantes que dan el nombre al archipiélago.

El vertido se formó tras encallar el buque petrolero “Jessica”, el pasado 16 de enero, cerca a la isla San Cristóbal, vertiendo al mar 600.000 litros de gasóleo y búnker (residuos del refinado del petróleo), el 65 por ciento de su carga. La marea negra que en un principio afectó a San Cristóbal, Santa Fe y Santa Cruz, se dirigió, por los vientos y las corrientes marinas, a las islas Isabela y Floreana. En las tres primeras, los científicos, pescadores y voluntarios lograron contener la contaminación y en las otras dos se apuran para que el fluido no contamine los manglares y refugios de especies naturales.

“Se montó un campamento y seguramente la playa quedará limpia” en Puerto Villamil, aseguró José Muñoz, técnico del PNG.