Horacio sigue estable luego del implante

ROCA (AR).- «Está bien. Ahora tenemos que seguir esperando, pero come bien y está de buen ánimo. Ayer me dijo 'por suerte vos no viste cómo me había quedado el brazo, lo tenía colgando'. La que habla es Lucía, la esposa de Horacio Galván, el roquense al que el viernes un grupo de médicos logró implantarle la parte del brazo que había perdido en un accidente mientras trabajaba.

Lucía tiene 28 años y ayer aún evidenciaba en su rostro la preocupación y el cansancio por lo que seguramente había sido uno de los momentos más difíciles de su vida.

«Horacio sigue en terapia intensiva. Yo lo alimento, puede comer puré y sopa y confiamos en que se va a recuperar. Me dijo que le duele mucho», agregó Lucía. Horacio es trabajador del aserradero Zinelli de esta ciudad. El viernes a las 14, 30 se encontraba limpiando una sierra circular que de pronto se activó y le seccionó parte del brazo derecho, por encima del codo. Inmediatamente sus compañeros llamaron a un servicio de ambulancia privado para trasladarlo a un centro de salud, pero ante la demora lo llevaron en una camioneta. Fue operado durante seis horas en la clínica Juan XXIII y los médicos lograron implantarle la parte del brazo afectada.

Lucía contó ayer que no es la primera vez que Horacio sufría un accidente de trabajo. Hace un tiempo, se cortó dos dedos de una mano también manipulando una máquina. Ayer, en tanto, se supo que el de Horacio es el segundo caso de un implante de brazo exitoso en Río Negro. En febrero de 1988 un niño de 5 años en Viedma, que había sufrido una amputación mayor al 90% de su brazo derecho, fue implantado exitosamente en el Sanatorio Austral.


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