Horas de tensión en Río Colorado: rodearon a intendentes y los obligaron a renunciar

Vivieron un verdadero asedio de parte de unas 400 personas. Renunciaron el de Regina, Campo Grande y el jefe comunal local. A Ferroni no le aceptaron un llamado a referéndum popular.

RIO COLORADO (ARC).- La calma y la tranquilidad que caracterizan a Río Colorado se vieron ayer alteradas y la localidad vivió horas de mucha tensión, al rodear un grupo de manifestantes a seis intendentes aliancistas rionegrinos y exigirles su renuncia, al igual que al gobernador Pablo Verani, aunque éste no estaba en la ciudad.

Un sector de gente movilizada abortó ayer la reunión de intendentes aliancistas que se iba a realizar en Río Colorado y les exigieron la renuncia a todos los presentes. Tres jefes comunales presentaron informalmente la dimisión, mientras que el mandatario de Río Colorado puso la renuncia a consideración del pueblo que lo votó y pidió autorización para un referéndum vinculante aunque esta posibilidad finalmente fue rechazada anoche.

La presidenta del Concejo Deliberante también presentó su renuncia.

Un verdadero asedio sufrieron los seis intendentes de la Alianza que habían asistido al encuentro y que debieron permanecer parados más de seis horas en una superficie menor a los dos metros cuadrados y rodeados por unos cuatrocientos manifestantes que le reclamaban directamente la renuncia a sus cargos.

En tanto, una docena de mandatarios logró salir del edificio antes de quedar encerrados y se volvieron a sus ciudades.

Daniel Miocevic de Villa Regina, Carlos Becher de Cinco Saltos, Eduardo Altube de Campo Grande, Néstor Brown de Contralmirante Cordero, Leonardo Ballester de Huergo y el propio Daniel Ferroni de Río Colorado, quedaron literalmente aprisionados entre una larga mesa y la pared. El cuadro se completó con un salón colmado de docentes, empleados públicos, productores, desocupados, albañiles de la Uocra y comerciantes entre otros batiendo redoblantes, arrojando bombas de estruendo y pidiéndole la renuncia al gobernador Pablo Verani y a todos los intendentes presentes.

El gobernador, en tanto, les pidió a los intendentes «no aflojar», al tiempo que cuestionó a los manifestantes severamente.

La presión de los gremios convocados derivó en que el intendente local, Daniel Ferroni, solicite autorización al Concejo Deliberante para realizar un referéndum vinculante para que el pueblo decida si debe renunciar o no.

Todo comenzó minutos después de las 10 de la mañana, cuando el intendente local acompañado por el resto de los mandatarios abrieron las puertas del salón de usos múltiples para atender a los líderes gremiales que solicitaron una entrevista.

Los manifestantes colmaron las instalaciones y rápidamente la temperatura comenzó a subir.

«Venimos a plantearle que Río Colorado no es una localidad tranquila, aquí también pasan muchas cosas, la provincia se está incendiando y la gente de la Alianza, gobernador y funcionarios son enteramente responsables de lo que está pasando por la falta de gobernabilidad», abrió fuego la secretaria de Unter, Marisol Alvarez.

Ferroni solicitó entonces el temario del petitorio a tratar en la reunión de intendentes, a lo cual le contestaron «después de 18 años no creo que necesiten saber cuáles son los problemas que tenemos todos los sectores. La realidad la están viendo ustedes».

El jefe comunal de Villa Regina Daniel Miocevic, intentó interceder explicando que llegaron a esta reunión a tratar también temas relacionados con la salud y la educación de Río Negro. Sin embargo nada pudo explicar ante los cánticos de los presentes que afirmaban «queremos la cabeza de todos los intendentes porque avalan todo»

«Yo les voy a decir algo que tengo en la cabeza hace tiempo, y si no lo he hecho es porque no quiero evadir la responsabilidad que me toca. Estoy dispuesto a ponerle mi renuncia personal a disposición de la gente de mi pueblo si esto soluciona los problemas», dijo Miocevic ante la multitud. «Que lo haga ahora» fue la respuesta de los presentes ante lo cual el jefe comunal de Regina estampó su firma y aclaración en una hoja que le habían alcanzado donde decía «que renuncie Verani y todo el equipo de obsecuentes». «Se creen que no tengo bolas para firmarlo, sí, la firmo», exclamó desatando el aplauso de todos los manifestantes.

También hicieron lo mismo Néstor Brown de Cordero y Eduardo Altube de Campo Grande.

Recibieron una parte de Lecop

VIEDMA (AV).- Río Negro recibió ayer 2.300.000 pesos en Lecop. Esta trasferencia del gobierno nacional corresponde a fondos adeudados de este mes que permitirán continuar con el cronograma de haberes de diciembre a partir del lunes.

No obstante, se siguen esperando los 6.200.000 pesos de coparticipación de enero que debían ingresar este miércoles de acuerdo al compromiso asumido por Nación, así como otros seis millones de pesos también en letras correspondientes a acreencias de la provincia anteriores al 31 de diciembre del año pasado.

El gobernador Verani, estimó que durante la semana próxima se recibirán las Lecop comprometidas.

Lo estéril

Hay mucha angustia en la vida rionegrina de estos tiempos. Mucha desesperación circulando en procura de sus masacrados derechos.

Un peregrinar legítimo más allá de los alcances que eventualmente pueda tener su expresión.

Pero en este marco, lo sucedido ayer en Río Colorado dice que aquella angustia y desesperación puede estar hastiándose de circunscribirse a marcha y reclamo. Porque ayer -en Río Colorado- se pasó a la acción directa.

Entonces, la tensión quizá se expanda.

Ante esta posibilidad y de frente al futuro, el poder político institucional tiene más responsabilidades que aquel ser que hace dos meses que no cobra su salario.

El primer dato a computar en el manejo de esas responsabilidades hace al discurso del poder. O sea, al contenido con que el poder expresa su interpretación de lo que sucede. Y el discurso es -además- un modo de relacionarse con la sociedad que -para el caso- es muy grave para el conjunto de los rionegrinos.

En este marco, lo más estéril que puede hacer el poder es reaccionar desde la histeria y alardear desde sus pergaminos épicos. Y más inquietante se torna la situación cuando a todo esto el poder suma un insólito reduccionismo a la hora de hablar de las responsabilidades.

Todo esto hizo ayer el gobierno rionegrino vía su máxima expresión de poder: el gobernador Pablo Verani.

Redujo las causas a un único culpable. Todo como si el largo radicalismo de la transición no tuviera ninguna responsabilidad en el desmadre de las finanzas públicas de la provincia.

Redujo a determinado grupo la autoría de la queja. O sea, ignoró la irritación de miles.

Y el poder, además, se refirió en términos que sólo reflejan una cosa: el susto que aqueja al poder.

Lamentable.


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