Hotesur: Báez y Cristóbal López, complicados
Contadores de Lázaro llevaron números de la empresa hotelera de los Kirchner. El dueño de Alpat realizó contrataciones varias para la misma empresa.
ARGENTINA
La causa Hotesur -la empresa de la familia Kirchner para controlar sus hoteles- que levantó un enorme revuelto por las denuncias del juez Bonadio y la consecuente respuesta del oficialismo, continúa su curso y ahora complica a dos empresarios que han amasado fortunas por sus nexos con el gobierno: Lázaro Báez y Cristóbal López.
Así lo demostraron ayer nuevas revelaciones hechas por los diarios La Nación y Clarín.
Un grupo de contadores que trabaja para el zar de la obra pública en la Patagonia, Lázaro Báez, se ocupó un largo tiempo de las finanzas y controles del hotel, que no puede demostrar aún su funcionamiento económico ante la Justicia. El control contable fue total y profundo, sostiene La Nación, que adujo haber accedido a documentos internos del grupo Báez. «Desde 2009 manejó la facturación del Alto Calafate. También supervisó sus índices de ocupación y sus gastos operativos, a tal punto de conocer la cifra exacta y hasta en centavos, por ejemplo, de sus gastos declarados de telefonía, lavandería, desayuno, tintorería y health club, entre otros», expresa la nota firmada por el periodista Alconada Mon.
Señala que la operatoria la lideró un estrecho colaborador de Báez, César Gerardo Andrés, a quien también le adjudica la supervisión la contabilidad de Austral Construcciones y del resto del grupo de empresas y sociedades del ex empleado del Banco de Santa Cruz, que durante más de un año y medio pagó más de 1100 habitaciones por mes en los hoteles de la familia presidencial sin usar esas reservas.
Sostiene la nota que Andrés actuó y sigue haciendo desde su oficina de la calle Libertad 141 de Río Gallegos. Pero no fue el único lugarteniente del grupo Báez que se involucró en los registros de Hotesur y del Alto Calafate.
La Nación afirma que también lo hizo otro contador de extrema confianza del empresario, Daniel Pérez Gadín, quien antes de desembarcar en la financiera SGI de Federico Elaskar subió a Internet su propio currículum, en el que detalló entre sus «clientes» al hotel de lujo de los Kirchner.
A estos nombres se suma la participación de otro empresario K: Cristóbal López. Según reveló ayer Clarín, el presidente de Hotesur es Osvaldo Sanfelice, quien a su vez es socio de Máximo K. en la firma Negocios Inmobiliarios SA; y también maneja la compañía que administra Alto Calafate, llamada Idea S.A.
El emprendedor Sanfelice es un punto de unión entre los Kirchner, Báez y Cristóbal. Según registros públicos, el presidente del hotel K es empleado de López en la firma Alcalis de la Patagonia, única productora de carbonato de sodio de Latinoamérica, ubicada en San Antonio Oeste.
En el 2008, Cristóbal creó la empresa Talares de Posadas con un único socio, Sanfelice. La firma fue registrada para poder realizar diversas actividades, como obras de ingeniería, construcción y operaciones financieras, entre otras cosas.
Sanfelice es un personaje peculiar en el entorno presidencial: es empleado de Cristóbal López, de la presidenta, y a la vez es socio de su hijo. Otro vínculo entre Hotesur y los negocios de López es Romina Mercado, hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. La sobrina de la presidenta fue inscripta en noviembre del 2008 como directora titular de Hotesur. (Fuentes: La Nación/Clarín)
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