“Hubo desinversión en salud”

La epidemia de bronquiolitis que ataca a nuestros niños en la actualidad ha dejado traslucir la realidad de la atención médica que recibe la mayoría de ellos en nuestra provincia. Los niños afectados, sus familiares y los profesionales que los atienden se enfrentan no sólo a la enfermedad sino también a los déficits sanitarios para su adecuada atención. Los servicios pediátricos, tanto públicos como privados, se encuentran sobresaturados para su atención por falta de recursos humanos especializados, falta de camas en los sectores de internación, déficits en el equipamiento y de personal en las áreas de cuidados críticos, lo que vuelve más dramática la situación cuando los niños afectados, por su gravedad, requieren cuidados intensivos, haciendo que reciban una atención precaria no de calidad como ellos merecen. Con sorpresa y desazón hemos escuchado de boca de funcionarios responsables del área Salud explicaciones cuyos argumentos minimizan la situación, reduciéndola a que es un pico de aumento de casos por la temporada invernal, cuando saben perfectamente que esto no es así. En realidad lo que ocurre es que en los últimos años ha habido una desinversión en salud, sobre todo en el área infanto juvenil, no adaptando los servicios de atención al crecimiento poblacional ni a las nuevas morbilidades ni al avance tecnológico que presenta la medicina permanentemente, lo cual hace que deba planificarse en salud para el corto, mediano y largo plazo, organizando los servicios de atención bajo un programa regional asistencial y docente. Es hora de que nuestro sistema de salud cuente con un hospital pediátrico de alta complejidad para la atención integral y especializada de los niños. Como pediatras que hemos trabajado durante largos años en el sistema público de salud neuquino, que supo ser ejemplo por los indicadores logrados sobre todo en el área materno infantil, observamos que el mismo se ha estancado y deteriorado alarmantemente por lo cual sugerimos y solicitamos a las autoridades correspondientes un análisis rápido y profundo de la situación, buscando soluciones que permitan satisfacer con eficiencia y calidad las necesidades de salud de los niños, implementando líneas de acción con compromiso político para su cumplimiento, sabiendo que siempre los niños requieren lo mejor, cualquiera sea el nivel de atención, primaria, secundaria o terciaria, como la suelen dividir los sanitaristas. Sabemos que las familias y la comunidad tienen responsabilidad en el cuidado de los niños en primera instancia, pero es al Estado al que le corresponde fijar las políticas que conduzcan a una protección integral de este grupo poblacional, con lo cual estará cumpliendo con los derechos de la infancia. Una sociedad que ignora, descuida o lesiona a sus niños está descuidando la sociedad del futuro. Isabel Álvarez, DNI 4.787.605 Celia Destéfano, DNI 5.267.610 Neuquén


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