Hubo empate técnico en la Legislatura

La trama secreta del fracaso de la designación de Angiorama como vocal del TSJ

NEUQUEN (AN).- Un empate técnico en los votos y la desconfianza mutua entre los legisladores hizo fracasar la sesión secreta en la cual se debía votar a favor o en contra de que Juan Horacio Angiorama ocupe una vacante en el Tribunal Superior de Justicia. El debate fue postergado sin fecha, pero si dentro de los próximos diez días no hay una definición, el TSJ quedará habilitado para designar dos vocales provisorios que cubran los puestos de los que renunciaron.

Según relataron a «Río Negro» fuentes legislativas de tres partidos distintos, hasta bien avanzada la noche del miércoles el bloque del Movimiento Popular Neuquino estaba decidido a realizar la sesión secreta. Según sus cuentas, tenía los votos necesarios para imponer a Angiorama y dejar contento al gobernador Jorge Sobisch, quien quiere ver a su abogado personal y ex fiscal de Estado en la cabeza del Poder Judicial.

Sin quórum propio por la ausencia de Nilda Etman y la negativa a votar a favor de Jorge Tobares, el oficialismo tenía apenas 14 votos. Necesitaba por lo menos tres más. Seguro no iba a conseguirlos en la Alianza ni en el bloque unipersonal de ARI, porque la oposición era monolítica. La mirada se posó entonces en la bancada peronista que venía con una postura más dividida.

Las fuentes consultadas por este diario indicaron que «el MPN contaba como propios a tres votos peronistas: Carlos Asaad, Carlos Macchi y Marité Berbel. Por otra parte Iris Laurín dijo que se abstenía, lo cual jugaba a su favor. Llegaban justo a 17». Hasta ese momento, la sesión tenía chances de realizarse.

Por la oposición, «la Alianza sumaba 12 votos, más el ARI, y tres peronistas: Aldo Duzdevich, Edgardo Frigerio e Iris Laurín, a quien contaban por la negativa». En total, 16 votos. Pero si se sumaba a Tobares llegaban a 17, la misma cantidad que el oficialismo.

Pasadas las 22 la relación de fuerzas cambió. «Asaad dejó trascender que se abstendría y Tobares también», dijeron las fuentes, mientras que Berbel y Macchi se retiraron del recinto.

Para entonces nadie confiaba en nadie. Hubo un acuerdo tácito para dejar transcurrir el tiempo con la sesión extraordinaria (ver aparte) y se llegó a la medianoche sin haber concretado la sesión secreta. Por reglamento, el tema debe volver a la comisión de Labor Parlamentaria y no será tratado por lo menos hasta el jueves próximo.

«Ninguno de los bloques se quiso arriesgar, nadie estaba seguro de cuántos votos tenía. Era muy complicado iniciar la sesión y descubrir en medio del debate que la relación de fuerzas había cambiado, de modo que todos estuvieron de acuerdo en hacer «caer» la sesión secreta», añadieron las fuentes.


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