Huracán tiene una vida más

DyN/FBaires

fútbol de afa

El fútbol es decididamente “la dinámica de lo impensado”. Huracán, que jugó un partido espantoso y fue goleado por 5-1 cuando dependía de sí mismo para zafar del descenso, todavía tiene chances de quedarse en Primera aunque, por lo hecho en la cancha, no lo merezca. Ayer padeció durante los 90 minutos ante el Independiente del Turco Mohamed, e incluso durante algunos minutos estuvo descendido. Es que Gimnasia le ganaba a Boca, pero en tiempo de descuento, el xeneize le arruinó la fiesta al Lobo y de paso le otorgó una vida más a los de Tito Pompei, que ahora jugarán un partido desempate a todo o nada con el equipo de Barros Schelotto. El que pierde, desciende. El que gana juega la Promoción. (ver aparte) En Avellaneda no hubo equivalencias. A pesar de que Huracán tenía muchas chances matemáticas de poder zafar del descenso, en la cancha fue el mismo equipo frágil de los últimos tiempos. En 14 minutos Independiente le generó tres situaciones muy claras, pero se encontró con un Gastón Monzón inspirado. Pero el arquero de Huracán no pudo solo. Un minuto después, quedó mal parada la defensa, Hernán Fredes le metió un pase en cortada a Facundo Parra que entró sin marca por derecha, acomodó la pelota y definió abajo para el 1-0. Ya no hubo partido. El Globo entró en un desconcierto total y otra vez Monzón lo salvó a sacar una pelota sobre la línea cuando se le metía. Sólo era cuestión de tiempo para que llegara el segundo de Independiente y lo materializó Andrés Silvera, luego de una trepada del colombiano Ivan Vélez que llegó hasta el área por derecha. Alcanzó a tocar al medio antes de que el arquero le cometiera penal y el delantero sólo tuvo que empujarla. La suerte del Globo ya estaba echada y encima no llegaban buenas noticias de las otras canchas. El segundo tiempo fue un suplicio para los de Parque Patricios. Le hicieron tres goles más, erró un penal y encima le expulsaron al arquero. El Patito Rodríguez convirtió por duplicado y el otro fue del Gordo Núñez. En el medio Javier Cámpora desperdició la chance de descontar desde los 12 pasos y Monzón dejó a sus compañeros con uno menos al tener que salir a cortar con las manos fuera del área. En el final Cámpora tuvo su revancha personal al convertir un penal que lo dejó como el goleador del torneo junto a Teo Gutiérrez. Cuando parecía todo perdido llegó el empate de Boca en La Plata y el sueño sigue vigente.

Al conocerse el empate de Gimnasia, llegó la descarga de Monzón, que se pierde el desempate. Segundos antes era todo desolación.