Icare sigue en terapia, pero descartan su renuncia

El intendente de Bariloche, sólo con licencia por 20 días. Fourés desafió a buscar un juez que lo declare inhábil.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Alberto Icare seguía internado ayer en terapia intensiva y se mantendrá apartado de la función al menos por 20 días, pero con la voluntad de reasumir el cargo una vez que obtenga el alta médica.

Así lo afirmó ayer su secretario de Gobierno y principal colaborador, Adolfo Fourés, quien dijo que Icare «está en franca mejoría» y no va a renunciar.

En contraposición con los comentarios sobre el deterioro de su capacidad para ejercer funciones de gobierno, Fourés dijo que Icare «está en pleno goce y uso de sus facultades mentales y motoras».

El funcionario convocó desafiante a que «alguien consiga un juez que firme que el intendente es inhábil para gobernar. Nosotros le meteremos una demanda y por supuesto se la ganaremos».

Fourés ofreció ayer una conferencia de prensa en el Centro Cívico, acompañado del secretario de Hacienda, Darío Barriga, y del asesor letrado del municipio, Manuel Vázquez.

Este último aseguró que «la institucionalidad está asegurada en los términos y previsiones que establece la Carta Orgánica». Y si bien descontó que en 20 días Icare «volverá a asumir su rol», explicó el camino a seguir ante la «hipótesis» de una acefalía.

La nerviosa exposición de Fourés incluyó una desmentida severa de los rumores surgidos durante el fin de semana que daban cuenta de la muerte de Icare. Dijo que eran «especulaciones inmundas» y las atribuyó al dirigente radical Hugo Castañón (ver aparte).

Los funcionarios del Ejecutivo dieron por seguro que Icare superará sus complicaciones pulmonares y buscaron desalentar los pronósticos más sombríos de hace unos días. «No se confundan advirtió Fourés. Icare toma decisiones, tiene un equipo de gobierno y va a seguir gobernando hasta que él lo decida o hasta que el pueblo lo destituya».

Recordó además que «la población de Bariloche sabía que (el pasado 1 de julio) votaba a un intendente que tiene diabetes como enfermedad crónica, con complicaciones renales. Así y todo sacó casi el 50 por ciento de los votos».

Aclaró no obstante que en el seno del partido SUR hubo disidencias en torno a la reelección. «Cuando el intendente resolvió presentarse a otra elección muchos de nosotros lo acompañamos sin estar de acuerdo, pero era su voluntad admitió el secretario de Gobierno. Esta no es la situación ideal, pero es lo que tenemos y la gente lo votó así».

Fourés dijo luego que conoce bien a Icare y vaticinó que «no va a renunciar, porque tiene unas pelotas enormes y aunque esté recontra enfermo va a gobernar hasta que él quiera o pueda».

Aceptó luego «los periodistas y los políticos tienen derecho a pensar que el intendente no debería estar en su lugar», pero aclaró que según la Carta Orgánica el intendente sólo deja el cargo «por renuncia, muerte, destitución o inhabilidad declarada por un juez. Todo lo que salga fuera de eso es un golpe institucional».

Aseguró que «si el intendente quiere seguir gobernando y tomar licencia cada 45 días está en su derecho de hacerlo. No es de ninguna manera un caso excepcional en la historia».

Fourés reconoció que la tarea de gobernar agrava sus problemas de salud. «Una enfermedad como la diabetes está íntimamente asociada al estrés y sin dudas que el trabajo del intendente le fuerza más la diabetes reflexionó. Pero mi opinión es que si el intendente no viene a trabajar duraría menos que si viene a trabajar», puntualizó.


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