Identifican el cuerpo de una mujer desaparecida en la dictadura

Se trata de María Isabel Salinas de Bosso, secuestrada por fuerzas de la represión ilegal en Rosario el 17 de setiembre de 1977. Sus restos estaban en una fosa común del Ejército.

Santa Fe

El Juzgado Federal No. 2 de esta ciudad, a cargo de Francisco Miño, recibió el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmando el hallazgo de los restos de una mujer santafesina enterrada clandestinamente como NN y que se encontraba desaparecida desde 1977.

Los restos se hallaban en una fosa común ubicada en el predio que el Ejército tiene en San Pedro, a 50 kilómetros de esta capital provincial.

Fuentes tribunalicias indicaron que el mencionado informe confirma que uno de los cuerpos hallados pertenece a María Isabel Salinas de Bosso, quien fuera secuestrada por fuerzas de la represión ilegal en Rosario el 17 de setiembre de 1977.

La identificación fue conseguida gracias a las muestras de sangre de su hija Mariana y de su hermana Liliana, y luego se cotejaron los perfiles genéticos. Salinas nació en Santa Fe el 18 de diciembre de 1954 y fue secuestrada en Rosario el 17 de septiembre de 1977, según consta en el legajo 1580 de la Conadep.

El 10 de marzo de 1984, Liliana Salinas, hermana de María Isabel denunció el hecho ante la Conadep, afirmando que los familiares fueron visitados por dos desconocidos quienes le hicieron entrega de una bebita llamada Mariana Bosso, hija de María Isabel y de su esposo Carlos Bosso, nacida el 10 de agosto de 1976.

Además, les dieron una carta donde les decían que cuidaran a la niña que los padres estaban bien, pero en realidad nunca más aparecieron con vida.

Cabe destacar que el de María Isabel Salinas es el tercer cuerpo identificado que estaba enterrado como NN en la fosa común del predio que el Ejército tiene en la localidad de San Pedro.

El primero fue el María Esther Ravello, una mujer ciega secuestrada en Rosario el 17 de septiembre de 1977 junto a su esposo Etelvino Vega.

En tanto, el segundo cuerpo al cual el EAAF le puso nombre y apellido fue al del profesor entrerriano Gustavo Pon, también secuestrado en Rosario y privado de la libertad en el centro clandestino de detención La Calamita.

Los investigadores suponen que los cuerpos hallados pertenecen a una tanda de presos políticos que fueron trasladados de La Calamita a un chalet ubicado en la ciudad de Monje y allí fueron fusilados.

La denuncia inicial sobre la posibilidad que existan entierros clandestinos en el predio del Ejército la inició la Casa de Derechos Humanos de la ciudad de Santa Fe, en base al relato que un testigo ya fallecido ofreció a la Conadep en 1984 y luego confirmado a los integrantes de la ONG.

El 9 de junio del año pasado, el Equipo Argentino de Antropología Forense informó sobre el hallazgo de la fosa común, “en cuyo interior se encontraron restos humanos de varias personas cubiertos con cal y evidencia balística asociada a los mismos”.

Todavía restan explorar una gran superficie del terreno de 100 hectáreas, siendo la primera vez que se ubicaron entierros clandestinos en un predio de propiedad del ejército argentino.

Agencia Télam


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