Implantaron arterias hechas con células de piel

Lograron crear neoarterias que no generan rechazo.

Dos pacientes argentinos se convirtieron en los primeros del mundo en recibir un trasplante de arteria realizado a partir de sus propias células. La mujer de 56 años y el hombre de 61 forman parte de un grupo de estudio en el que la Universidad de Stanford de EE. UU y el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento trabajan en forma conjunta. Los resultados de la investigación fueron presentados en las Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón que se hicieron en Dallas.

Los vasos sanguíneos desarrollados fueron apodados «neo-arterias» ya que se crearon a partir de una nueva ingeniería basada en la utilización de los tejidos de los propios pacientes. Hasta el momento, los implantes demostraron resistir sin inconve

nientes las agujas empleadas en las sesiones de diálisis, una actividad a la que deben someterse tres veces por semana este tipo de pacientes. «Todo el proceso insume unos seis a nueve meses y da como resultado una arteria de dos capas, sin ningún elemento ajeno al paciente, lista para ser implantada», declaró el bioingeniero Todd Mc Allister, uno de los inventores de la neoarteria.

Justamente lo que distingue a la neoarteria de otras arterias experimentales es que es la primera que es 100% tejido del paciente, lo que garantiza que su organismo no la rechazará. «Las tecnologías habituales utilizan productos orgánicos o sintéticos a modo de matriz para hacer crecer las células que habrán de conformar los tejidos; nuestra técnica sólo utiliza células del paciente. Las técnicas de ingeniería de tejidos basadas en cultivos planos ofrecen una oportunidad para los pacientes de contar con un suministro inacabable de arterias hechas con sus propias células», dijo Mc Allister.

El proyecto contó con una inversión de 2,5 millones de dólares, financiados en parte por la universidad norteamericana y en parte por la empresa Cytograft Tissue Engineering, que posee la patente del implante. Esa empresa está por pedir el permiso para realizar las pruebas en su propio país. Por lo pronto, hay 25 pacientes argentinos y otros 25 ingleses -donde se hará también el estudio- esperando probar esta técnica. «A partir de un centímetro cuadrado de células de piel y de vena podemos obtener cientos de arterias de casi cualquier tamaño», reveló Mc Allister. De las posibles aplicaciones terapéuticas de la neoarteria, las más inmediatas son básicamente tres:

– Los pacientes en tratamiento de hemodiálisis, cuyos vasos sanguíneos resultan progresivamente dañados.

-Aquellos en los que un traumatismo ha dañado irreversiblemente las arterias de las piernas, que de no ser reconstruidas pueden ocasionar la amputación.

-Los pacientes que deben ser sometidos a un bypass coronario y que carecen de arterias aptas para ser empleadas en el procedimiento.

Pero esto es el presente; a futuro las aplicaciones posibles son casi infinitas: «Estas arterias presentan muchas potenciales aplicaciones dentro de la reparación cardíaca pediátrica, por ejemplo, ya que al ser un producto vivo puede crecer a medida que el paciente crece», dijo Mc Allister, durante la conferencia de prensa en Dallas. «Otro potencial beneficio es en los pacientes que se someten a un bypass coronario, pues se podrían eliminar los daños y las complicaciones quirúrgicas que se asocian a la extracción de venas de las piernas para realizar este procedimiento», concluyó el investigador. (DyN-La Nación)


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