Improba misión para Falcó: seducir a Cipolletti

La Alianza descuenta su triunfo en Cipolletti.

Una posibilidad que tiene bien aferrada a partir de la lealtad que una inmensa mayoría del electorado de esa ciudad mantiene para con el intendente Julio Arriaga, líder del Frente Grande.

Cipolletti y Roca son -vale reiterarlo- las dos ciudades de las cuatro con mayor gravitación electoral que tiene Río Negro, desde las cuales la Alianza estima poder asegurar su triunfo a escala provincial.

Pero esta seguridad no implica ausencia de inquietud por parte de la conducción de la Alianza en lo que a Cipolletti se refiere. Hay una realidad, una posibilidad y una experiencia reciente, que le exigen tomar precauciones.

La realidad: sus candidatos a senador y el primero a diputado -Luis Falcó, Amanda Isidori y Julio Acavallo respectivamente- tienen un muy bajo perfil de imagen entre los cipoleños. Sólo el respaldo activo del gobernador Verani y de Arriaga en la campaña puede garantizarles consenso.

La posibilidad: la Alianza siente que la decisión del Movimiento Popular Patagónico -con sólida presencia en la ciudad -, de presentar como candidato a senador a uno de sus hombres, el cipoleño Guillermo Grosvald, podará votos a Falcó- Isidori por el solo hecho de la pertenencia.

La experiencia: los recientes comicios en Cipolletti para concejales y convencionales demostraron que el poder electoral de Arriaga ya no está en condiciones de remontarse al 74% como en el «99, sino que se sitúa en 20 puntos menos, un nivel igualmente significativo. Sin embargo, este reacomodamiento morigera el entusiasmo aliancista de incrementar un poder que tiene, de todas maneras, tendencia a ser excluyente de la política local.

Así, decidida a modificar en lo posible este cuadro de situación, la Alianza determinó que a partir del domingo y hasta el martes inclusive, Falcó se instale en Cipolletti y la camine en todas sus direcciones.

Y, flanqueado por Arriaga y la diputada nacional por la UCR rionegrina Marta Milesi, cumpla con una agenda destinada a seducir a los cipoleños. (AC y AR)