Incidentes en Chile en el aniversario del golpe

Con violentos incidentes que derivaron en agresiones a la policía, destrozos a la propiedad pública y privada, con un balance de 25 detenidos, culminó una marcha de unas cinco mil personas que conmemoraron ayer en Santiago el golpe de Estado del 11 de setiembre de 1973.

La columna partió desde la céntrica Plaza Los Héroes de esta capital, congregada por la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos (ANDH), con la idea de homenajear al derrocado presidente Salvador Allende y a las víctimas del golpe militar que encabezó Augusto Pinochet.

La abogada Julia Urquieta, presidenta de la ANDH y encargada de coordinar la mayoría de las actividades, comentó que la marcha era un respaldo masivo a la lucha por la verdad y la justicia que por más de 30 años han mantenido.

Hubo una primera parada ante el monumento a Allende, al frente del gubernamental palacio de La Moneda.

El recorrido seguía luego hasta el Cementerio General de Santiago donde está la tumba de Allende y el Memorial de los Detenidos Desaparecidos, meta final de la marcha.

Sin embargo, una minoría de jóvenes de izquierda -que no superaban las 40 personas- iniciaron incidentes en el centro de Santiago, arrojando palos, piedras y bombas incendiarias a la policía.

Además, los jóvenes -que no tenían vínculos con los organizadores- destruyeron casetas de seguridad, propiedad pública y privada e incluso las emprendieron a pedradas contra los móviles de la prensa, registrándose algunos heridos leves.

Los disturbios continuaron hasta el Cementerio Generio General, donde la policía intervino en el exterior a interior del camposanto con gases lacrimógenos y carros lanzaaguas, contabilizándose 25 arrestos por desórdenes graves y ataques a las fuerzas de orden.

Lo anterior hizo pasar a segundo plano los homenajes proyectados.

El presidente Ricardo Lagos ya había hecho un llamado esta semana a encarar esta jornada con tranquilidad, con una perspectiva de futuro y como «un día más», para no dar la oportunidad a elementos exaltados de usar esta fecha para provocar desmanes.

En un primer gesto para restar dramatismo y dar normalidad a la fecha, Lagos se trasladó a una provincia y, por primera vez desde que asumió la Presidencia, no asistió ayer a la misa que tradicionalmente se realiza en la capilla de La Moneda para recordar a los caídos.

Ayer Lagos, reforzando el sello de normalidad de la jornada, trabajó con sus ministros en la residencia de los presidentes en el cercano balnearios de Viña del Mar, haciendo un balance de su gestión y trabajando en la proyección de sus restantes 18 meses de gobierno.

En declaraciones a la prensa, Lagos señaló que «el día 11, si bien es una fecha que en el pasado dividió a los chilenos, deb ser en adelante una fecha normal en la que se tiene que trabajar con miras al futuro. Lo importante es dejar atrás las heridas del pasado para ver cómo se presentará el futuro del país».

Lagos agregó que el objetivo central de la reunión es focalizar los próximos meses en compatibilizar el crecimiento económico con la generación de empleos, y en el tema de la seguridad ciudadana.

Dentro de esta jornada, el cogobernante Partido Socialista (PS) y la Fundación Salvador Allende realizaron un homenaje en el mausoleo del ex presidente en el Cementerio General. También hubo actividades en la Villa Grimaldi de Santiago, un ex centro clandestino de ejecución y torturas.

En las Fuerzas Armadas no se planificaron actividades conmemorativas especiales y se privilegiaron actos eucarísticos, en recuerdo de todas las personas que murieron un 11 de septiembre hace 31 años. En la Escuela Militar (en Santiago) se celebró una misa, a la que no acudió el actual jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, quien está también fuera de la capital.

(DPA/AFP)