India y Pakistán, 60 años de independencia y dos destinos
ras décadas de lucha por la independencia, finalmente el momento tan esperado llegó el 15 de agosto de 1947: en Nueva Delhi fue izada la bandera tricolor con la rueda de la ley en el centro. En Karachi ondeó la enseña verde con la franja blanca, la media luna y la estrella, en vez de la Union Jack.
India, de mayoría hinduista, y la república islámica de Pakistán nacieron hace 60 años. Mahatma Gandhi, el impulsor de la independencia, no pudo evitar la división del país. Las consecuencias fueron más de un millón de muertos y una enemistad que permanece hasta hoy entre ambos países. Incluso 60 años después, la palabra inglesa «partition» causa escalofríos a paquistaníes e indios. Unos diez millones de personas tuvieron que huir entonces, con los musulmanes trasladándose a Pakistán y los hindúes a India. Los desplazados sufrieron terribles crueldades.
Todo pese a que hindúes y musulmanes, junto con sijs, budistas, cristianos y otras minorías religiosas, lucharon juntos contra los británicos con gran cantidad de víctimas. El recelo es tal que hasta el día de hoy ambos países no celebran la independencia al mismo tiempo. Pakistán lo hizo ayer e India hoy. A la independencia siguieron tres guerras entre los vecinos, dos de ellas por la dividida región de Cachemira.
Por momentos, el conflicto entre ambos Estados que poseen armas atómicas desde 1998 ha puesto en vilo el mundo entero. Nueva Delhi e Islamabad iniciaron hace tres años y medio negociaciones de paz, pero la relación bilateral sigue estando dominada por una profunda desconfianza. Los dos vecinos se parecen mucho en algunas cosas, pero en otras son radicalmente distintos. Las tensiones son sobre todo a nivel político, pues las relaciones personales entre indios y paquistaníes no suelen ser problemáticas y la amistad es habitual. Los idiomas urdu e hindi son similares y los temas de conversación también: el cricket es el deporte nacional a ambos lados de la frontera y la corrupción el principal problema del que se quejan los ciudadanos.
Los dos países muestran desde hace años además un impresionante crecimiento económico, aunque India, con 1.100 millones de habitantes, tiene un papel mucho mayor a nivel internacional. Pese a ello, gran cantidad de la población tanto de India como de Pakistán vive por debajo de la línea de la pobreza y lucha por la supervivencia, si bien esta cifra va en retroceso en ambos países.
Pero las diferencias también son importantes. Mientras que India se consolida como un modelo de éxito a nivel internacional, a Pakistán se lo ve de manera creciente como un caso problemático. Algunos hablan incluso de un barril de pólvora a punto de estallar.
La democracia estable, unida al crecimiento económico, hace que India sea elegida como socia en todo el mundo, ya sea por la Unión Europea, Estados Unidos o Rusia. La realidad de país tercermundista caótico en las zonas rurales contrasta profundamente con las metrópolis de alta tecnología. Pero eso no evita que los indios se sientan la próxima potencia económica mundial.
Por el contrario, en Pakistán hay poco que celebrar. Los sangrientos combates con los extremistas islámicos en la Mezquita Roja en pleno centro de Islamabad pusieron de
CAN MEREY
DPA
ras décadas de lucha por la independencia, finalmente el momento tan esperado llegó el 15 de agosto de 1947: en Nueva Delhi fue izada la bandera tricolor con la rueda de la ley en el centro. En Karachi ondeó la enseña verde con la franja blanca, la media luna y la estrella, en vez de la Union Jack.
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