Indicios peligrosos

El sorpresivo levantamiento de un conocido programa periodístico radial, así como la denuncia publicada por «Clarín», sobre la aparición de supuestos periodistas neuquinos que en realidad se dedicaron a hacer lobby en favor del gobernador Jorge Sobisch durante la gira del presidente Fernando de la Rúa a España, son indicios de un intento de manipular a la prensa que, sea para silenciar críticas, sea para contar con un coro complaciente con los intereses oficiales, deben preocupar a la opinión pública.

En el caso del programa «No sé si me explico», que se emitía por LU5, el director y dueño de la emisora, Juan Carlos Schroeder, les comunicó el jueves pasado a sus conductores, los periodistas Jorge Gadano y Mónica Reynoso, la decisión de levantarlo y aunque no les explicó los motivos, indicó que lamentaba la decisión.

Hasta allí, la determinación de sacar al programa del aire podría ser tenida por una cuestión empresarial. Singular, por cuanto el programa se venía difundiendo desde hace más de cinco años, tenía considerable audiencia y se financiaba con su propia cartera de publicidad, pero empresarial al fin.

Sin embargo, los periodistas revelaron que unos días antes se les pidió que, «por un tiempo», bajaran el tono de la crítica hacia el gobernador y el presidente del Banco de la Provincia de Neuquén, Luis Manganaro, quien canaliza en los hechos la publicidad oficial desde que asumió el actual gobierno.

Siempre según los periodistas -los intentos por hablar con el responsable de la emisora han sido hasta ahora vanos- el directivo les explicó que «la carpeta» de LU5 estaba frenada en el BPN y que la clínica que su familia posee en Cipolletti «podía llegar a tener dificultades con el Instituto de Seguridad Social».

En realidad, las presiones para que levantara ese programa no son del todo nuevas. Una fuente estrechamente vinculada a la emisora dijo en febrero pasado a «Río Negro» que para confirmarle la pauta de publicidad el gobierno le había puesto como condición que previamente «levantara el programa de Gadano».

En realidad, Schroeder ha venido sosteniendo «No sé si me explico» a pesar de las presiones que, no es secreto para nadie, también experimentó en el anterior gobierno de Felipe Sapag.

No se puede dejar de observar que si esta última ofensiva ha logrado sacar al programa del aire, acaso haya sido porque vino insuflada por los aires de victoria con que el gobierno celebra por estos días el acuerdo con Repsol-YPF para la prórroga de la concesión de Loma de La Lata.

Pero si bien es cierto que nadie le puede exigir a un empresario que pierda dinero, no es menos cierto que un medio de comunicación es bastante más que un simple negocio, por la función social que desempeña desde el punto de vista informativo.

Es a todas luces reprochable también la actitud de quienes siendo periodistas o haciéndose pasar por ellos se han prestado a una farsa ante los funcionarios y medios de Argentina y España para manipular la información de la gira presidencial con el dudoso objetivo de beneficiar al gobierno neuquino.

Tanto más condenable que la actitud de unos y otros resultaría la del gobierno provincial, que a tenerse por todos los indicios estaría incurriendo en el peligroso precedente de intentar limitar la libertad de expresión y el derecho a la información, cuando su deber es garantizar su plena observancia.

No sería la primera vez que desde un gobierno del MPN, sobischista, felipista o salvatorista, se intenta poner dique a la libertad de prensa. Todavía se recuerdan la temerarias acusaciones de hombres de este gobierno contra «Río Negro» y una consultora internacional por el «pecado» de publicar una encuesta que, a sus ojos, no les era totalmente favorable.

Demás está recordar acá las graves consecuencias que han tenido siempre para el país los intentos por amordazar la libertad de prensa. Además y aunque funcionarios de este y otros gobiernos parecen olvidarlo, los medios con que se financia la publicidad del Estado no pueden ser tenidos por un botín por aquellos a quienes circunstancialmente les son confiados por la ciudadanía.

Héctor Mauriño


El sorpresivo levantamiento de un conocido programa periodístico radial, así como la denuncia publicada por "Clarín", sobre la aparición de supuestos periodistas neuquinos que en realidad se dedicaron a hacer lobby en favor del gobernador Jorge Sobisch durante la gira del presidente Fernando de la Rúa a España, son indicios de un intento de manipular a la prensa que, sea para silenciar críticas, sea para contar con un coro complaciente con los intereses oficiales, deben preocupar a la opinión pública.

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