Indirecta defensa de Verani a Arriaga 2003

Distendido tras los positivos resultados que arrojó su último examen médico, el gobernador rionegrino conversó con este diario durante algo más de una hora. Manifestó que la UCR debe modernizar el contenido de su pensamiento y seguir fortaleciendo la Alianza, dado que los partidos políticos comienzan a mostrar las limitaciones que tienen para responder a las expectativas de la sociedad. Criticó a los radicales que piensan que la Alianza es de ellos.

Sin expresarlo tajantemente, el gobernador Pablo Verani evidencia cierta desilusión con la decisión política de Carlos Alvarez de alejarse de la militancia partidaria.

En indirecta defensa de una eventual candidatura a gobernador por la Alianza de un dirigente ajeno al radicalismo, sostuvo que la UCR rionegrina entraría en contradicción con el espíritu aliancista si pretende sí o sí, que ese cargo le pertenece al partido. Como se sabe, el mandatario alienta la candidatura del intendente de Cipolletti Julio Arriaga, líder del Frente Grande.

Estos conceptos fueron vertidos durante un reportaje formulado por este diario al mandatario.

– «Chacho» inició una lucha que debió seguir. No llevó adelante una profunda depuración en el Senado, que era importante para no diluirse en la esperanza. Tuvo una sobrevaluación de su poder, pero se va sin dar pelea…en el embate con la vida práctica que tiene la política, tuvo un shock.Confiado en su formación filosófica, entró en contradicción con lo práctico…Es una pena- dijo Verani.

– La salida de «Chacho» diluye poder en la Alianza. ¿Cómo repercutirá aquí, dado que uno de los precandidatos a gobernador por la Alianza -Julio Arriaga- es del Frente Grande?

– Lo que puede diluir el poder de la Alianza es la falta de inteligencia…Desde lo político, el país está barajando y dando de nuevo. Tanto el peronismo como el radicalismo están buscando legitimarse a través de enfoques de hombres que agrupen que pensamos lo mismo, pero estamos en partidos diferentes.

– ¿Entonces por qué la salida de «Chacho»?

– Por un problema de poder. Hay un problema de sobrevaluación personal…se va del peronismo sin pelear adentro; se va del gobierno sin pelear adentro; se va del Frente Grande y no pelea adentro y se va del gobierno y no pelea adentro.

– Si admitimos que usted alienta la coincidencia de los hombres y sus enfoques por encima de los contenidos de los partidos, ¿usted está menos radical que tiempos atrás?

– Nací radical y voy a morir radical. Pero no es menos cierto que hay que modernizar al radicalismo y al político…el político debe cambiar…No va más el político que usa vidrios polarizados. Hoy el político sensible es el que detecta lo que demanda la calle… ¡Y lo que demanda la calle es que no jorobemos más!…El político debe aceptar que es un empleado del pueblo.

– Precisamente, «Chacho» era un testimonio de un nuevo estilo de político. ¿No estima que ahora, al salir de la política, «Chacho» abre un proceso en la Alianza donde puede volver a imperar el método tradicional de hacer política del radicalismo?

– Este país tocó fondo, y si los políticos argentinos no lo entendemos…Pero estoy convencido de que hay voluntad de arreglar el país y luego pelearnos nosotros.

– ¿Usted ve ese cambio en la dirigencia política?

– Sí

– ¿Realmente usted ve -por caso- al radicalismo decidido a establecer mayor rigor a su pensamiento?

– Su pensamiento debe seguir basado en la búsqueda del equilibrio social, y que de frente a la globalización, debe tomarla como una expresión de los tiempos, pero los radicales debemos salir a cortarle el proceso de concentración de riqueza. Pero lo que está haciendo hoy el radicalismo está bien…está dejando de declamar y tiene la guitarra en el perchero…Hoy es un partido realista. Tiene un fuerte sacudón interno.

– Como consecuencia de la crisis, De la Rúa toma decisiones que llevan al radicalismo a -al menos en la superficie- tener que pensar en términos que le fueron siempre ajenos. Si se acepta esto: ¿De la Rúa avanzó más que Raúl Alfonsín en introducir modificaciones que afectan el pensamiento tradicional del partido?

– Son distintos esfuerzos. Alfonsín abrió las puertas del partido, pero como estaba muy afincada entre nosotros la idea de que había que sumar y no compartir, se quedó ahí. No llevó a la UCR a compartir sus ideas -socialdemócratas- con el resto de las fuerzas que nos eran afines. Creo que ahora nos toca compartir poder y consustanciarnos con nuestros aliados de la Alianza de ideas que tenemos unos y otros.

– En estos términos más pragmáticos con que -al menos en relación con años atrás-, usted ve la política: ¿está dispuesto a alentar la apertura de las listas de diputados y senadores de la Alianza rionegrina a fuerzas ajenas a esa convergencia?

– Las listas hay que abrirlas a aquellos que tienen una filosofía común a uno…Pero ya que entramos en la política rionegrina creo que hay despropósitos en ellas. Un ejemplo: toda esta discusión sobre «si Arriaga sí, si Arriaga no»… «Si un radical, si un radical no»…Me parece todo un despropósito por dos razones. Primero porque es una discusión a destiempo. Segundo, porque planteada en esos términos, ese debate es contradictorio en tanto y en cuanto a que si los radicales pertenecemos a una alianza, bueno, los radicales no podemos andar diciendo que «Alianza sí, pero primero nosotros».

– Bueno, según los radicales, el partido es la columna vertebral de la Alianza…

– No tiene nada que ver…Una cosa es ser la columna vertebral de la Alianza y otra muy distinta es perder la racionalidad. Además, por muchos años, el radicalismo no dejará de ser la columna vertebral de la Alianza, pero seamos lo inteligentemente… No entiendo qué sentido tiene ser la columna vertebral de una fuerza y luego fracasar…No entiendo. Porque hoy en el radicalismo tenemos fuerzas internas que levantan los brazos y parecieran que quieren dejarle al otro la responsabilidad de la elección.

– ¿Lo dice por la lista Blanca que lidera Bautista Mendioroz y que resignó en su insistencia de ocupar una precandidatura a senador?

– Yo lo digo por todos…por los Blancos, Verdes y Amarillos y algunos más. Y por algunos traidores también…Por Gagliardi y De Bariazarra, por ejemplo. Dejaron la Roja y Blanca sin decir por qué estaban disconformes por esto o por el otro. Son traidores…


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