«Ingrediente dudoso»

NEUQUEN (AN).- El proceso electoral en la provincia tiene «un ingrediente dudoso», dijo ayer el diputado provincial Raúl Radonich, sobre todo a partir del cuestionamiento de propios y ajenos que jaquea al legislador oficialista Osvaldo Ferreyra.

Ferreyra es el tercero en la línea institucional y segundo en la sucesión después del gobernador, y deberá quedar a cargo del Ejecutivo cuando Jorge Sobisch y Jorge Sapag se lancen a la carrera por la reelección.

Según el artículo 114 de la Constitución provincial, si el gobernador y el vice, tal como ya lo anunciaron en varias ocasiones, se postulan nuevamente, deberán dejarle el sillón al vicepresidente primero de la Legislatura, que es Ferreyra. El riesgo que corren es que, si éste resulta desplazado por algún motivo, el cargo es para quien lo sigue, es decir, el radical Ricardo Villar.

En caso de que el oficialismo le baje el pulgar a Ferreyra y lo remueva de la línea de sucesión, deberá convocar a sesión legislativa. Pero tampoco eso le garantiza a Sobisch que su candidato sea el designado porque, ni la Constitución ni el reglamento de la cámara obligan a votar al diputado nominado por el bloque. Puede ocurrir que la mayoría -oposición y disidentes oficialistas- opten por otro legislador.

Eso ocurrió en sentido inverso cuando, a finales de octubre, el MPN reconoció a Carlos Asaad como jefe del bloque justicialista, ante la airada protesta de Aldo Duzdevich, quien en el debate parlamentario planteó justo eso.

Radonich dijo ayer que la posible asunción de Ferreyra en la titularidad del Ejecutivo -que podría producirse el 27 de febrero, si Sobisch convoca junto con el gobierno nacional- representa «una gravedad institucional» para la provincia.


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