Inspección ocular y peritaje por el alambre electrizado
Los camaristas visitaron el galpón en cuyo techo falleció un joven.
NEUQUEN – La Justicia secuestró ayer trozos de alambre en el galpón de Carlos Alberto Quiroga, durante una inspección ocular. Ahora buscarán el alambre que estaba conectado a la corriente eléctrica y que causó la muerte de un hombre cuando lo tocó, para compararlos. El objetivo es establecer si todo el inmueble había sido protegido por una trampa letal.
Quiroga (48) está acusado de haber instalado el alambre electrizado en el techo de su galpón. El 2 de junio del año pasado apareció aferrado a ese conductor el cadáver de Juan Marcelo Quiróz, un supuesto ladrón que quien sabe con qué intenciones subió hasta allí, lo tocó y recibió una descarga.
Hasta ahora, la justicia ha dicho que Quiroga debió imaginarse que esa instalación podía provocar una muerte. La causa está en su etapa de juicio oral, y en ese contexto se produjo la inspección ocular de ayer.
El imputado asegura que el alambre fue conectado hace veinte años por su suegro para espantar a los gatos, y que él desconocía su peligrosidad. También dice que desapareció un trasformador que reducía su potencia, sin tener una explicación para ello. «Me dí cuenta de que no estaba el día que murió este muchacho», es su versión.
Ayer, los jueces de la Cámara Primera inspeccionaron el galpón ubicado en Gatica 771. Cumplieron la diligencia Cecilia Luzuriaga, Roberto Fernández y Jorge Sommariva, pero en cambio no asistieron el fiscal Jorge Otegui ni el defensor oficial Eduardo Goncevatt. Varios familiares del imputado siguieron con interés la actividad.
El galpón está techado parcialmente, y en su interior se vieron pocas cosas de valor. Se nota que hace tiempo no está en uso aunque no parece tan deteriorado como Quiroga lo había descrito en su declaración.
Un electricista, perito del poder judicial, revisó todos los alambres que observó en el techo y opinó que la instalación tendría una antigüedad de cuatro o cinco años. No encontró rastros que permitieran presumir la existencia de la caja trasformadora mencionada por el imputado.
Siguiendo directivas del secretario de la Cámara, Fernando Zvilling, quien también trepó a los techos, el electricista cortó un largo trozo de alambre que recorría el perímetro del inmueble.
El alambre conectado en el sector donde apareció el cadáver de Quiróz fue secuestrado el año pasado por el juzgado 2 durante la instrucción de la causa. Ahora los camaristas deben buscarlo para cotejarlo con el que recuperaron en la diligencia de ayer.
Después de ese peritaje -no tiene plazos precisos para su realización- estarán listos para escuchar los alegatos de fiscal y defensa. Tal vez hagan un último intento por hacer comparecer a dos menores, vecinos del galpón, quienes ya fueron citados dos veces pero no se presentaron.
Ayer, antes de la inspección ocular, declaró una sola testigo. Se trata de Miriam Zúñiga, otra vecina. «Los chicos del barrio me contaron que Quiroga les había advertido que no jodieran porque se iban a morir», relató a los jueces, «pero no les creí».
Una vez, uno de esos chicos la estaba ayudando a tender ropa en un techo vecino. «Tocó la pared y me dijo 'me dio corriente', pero tampoco le creí, pensé que estaba bromeando», recordó Zúñiga.
El galpón donde Quiróz encontró la muerte fue objeto de una disputa familiar, según relató Quiroga a los jueces, desatada cuando murió su suegro.
Hasta entonces, 1983, había funcionado como depósito de insumos para panaderías. Pero «los gatos orinaban y le arruinaban la mercadería, por eso instaló un boyero, para ahuyentarlos», dijo. Sus cuñadas, que declararon como testigos, avalaron esa versión.
NEUQUEN - La Justicia secuestró ayer trozos de alambre en el galpón de Carlos Alberto Quiroga, durante una inspección ocular. Ahora buscarán el alambre que estaba conectado a la corriente eléctrica y que causó la muerte de un hombre cuando lo tocó, para compararlos. El objetivo es establecer si todo el inmueble había sido protegido por una trampa letal.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios