Instituto canadiense en Huincul

EDMONTON, Canadá# (Enviado especial).- En marzo de 2001, el Northern Alberta Institute of Technology, NAIT, empezará a dictar clases en Plaza Huincul, se anunció aquí el lunes por la noche. Si bien la «decisión política» del gobernador Jorge Sobisch es firme, el desembarco del NAIT se hará bajo la forma del Instituto Tecnológico de la Patagonia, una figura diseñada y apoyada por el Instituto Argentino del Petróleo y Gas y el Consejo Provincial de Educación en el nivel argentino.

La propuesta de la currícula será derivada a las autoridades nacionales en el área y, cuando se cuente con la aprobación, comenzarán las clases. El programa se elaboró sobre la base de una encuesta del NAIT realizada entre las principales empresas petroleras que operan en la cuenca neuquina a pedido del instituto del petróleo. Las compañías consultadas son Pluspetrol, Pérez Companc, Repsol-YPF, y se harán dos carreras de dos años de duración cada una sobre las necesidades de capacitación en temas de upstream -extracción y exploración- y downstream -refinación y comercialización-.

El intendente de Plaza Huincul, Alberto Pérez, al cabo de la exposición de Ken Oliver -director de desarrollo empresarial y relaciones internacionales del NAIT-, anunció que hace dos años se viene trabajando con el instituto canadiense, y reiteró que su localización será el Campamento Uno de la ex YPF, tal como anticipó este diario. La propuesta alcanza también a la actividad frutícola, si bien el NAIT no abarca el sector primario de la producción.

Según explicó Silvia Bégin, gerenta de proyectos del instituto, la actividad del NAIT -que dispone de cuatro campus en esta ciudad para sus diferentes carreras de nivel terciario- se fundamenta sobre cuatro patas: la currícula a partir de las necesidades empresarias; el equipamiento; la organización -administración y logística- y los instructores -generalmente empresarios o ejecutivos que reciben capacitación en pedagogía y didáctica-.

En Neuquén, falta organizar el sector administrativo y seleccionar los docentes. Bégin y Oliver demostraron la flexibilidad en los programas y en los contratos con los instructores. Cada currículo se modifica según las necesidades empresarias, para lo cual existe una suerte de consejo consultivo con las principales compañías. El financiamiento del NAIT -que dispone de 140 millones de dólares canadienses, unos 100 millones de pesos al año y es superior al de la UNC- se compone en un 50% con aporte de la provincia de Alberta, 20% por aranceles de los alumnos y el resto es aportado por las empresas beneficiarias y surge de otros ingresos -estacionamientos, «catering» que presta el instituto-.

De Centenario a Edmonton

EDMONTON, Canadá (Enviado especial).- La exportación de cerebros es una actividad no tradicional en la que Neuquén también incursiona. Miguel Belarde# nació en Centenario hace 28 años, y vivía en el barrio Sarmiento con su madre, viuda de un agente de Policía de la provincia. En el primer trimestre de 1999 obtuvo su título como ingeniero en petróleo en la Universidad Nacional del Comahue.

Vivió nueve meses desocupado, buscando trabajo en alguna compañía radicada en Neuquén y todo fue en vano. El desaliento no le ganó y apostó a más: se casó con una maestra de Vista Alegre, Silvia Tromba, de su misma edad y el 31 de diciembre ambos llegaron a esta ciudad, que los recibió con las calles blancas, el Saskatchewan congelado y 24 grados bajo cero. El invierno fue crudo, pero la visa de estudiante para Miguel y la de esposa de estudiante extranjero para Silvia sirvió para radicarse.

Belarde inició un posgrado de su carrera en el Northern Alberta Institute of Technology (NAIT) que terminará en abril próximo. La madre de Miguel es viuda, y financia el arancel que cuesta la carrera. Tiene pensado, como parte de la práctica, hacer una pasantía aquí y «si puedo y consigo trabajo, vuelvo a la Argentina».

El proceso de búsqueda se iniciará en el verano austral, porque la visa otorgada por Canadá -uno de los trámites más dificultosos para los latinoamericanos- tiene fecha de vencimiento en marzo. Si no consigue empleo, «tendremos que quedarnos aquí», dijo.

Viven en un departamento en esta ciudad, Silvia finalizó su curso de inglés y comenzó a buscar trabajo, y aconsejan a todos los chicos de su edad que hagan la experiencia «de salir al menos un día a un país como éste: te abre la cabeza», asegura Miguel.


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