Intensifican la campaña contra la pesca furtiva

Julio y agosto son los meses en los que hay más probabilidades de depredación en los ríos cordilleranos. Patrullas ambientales, con la colaboración de Policía, tratan de combatir el furtivismo.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Los inspectores de provinciales y la Policía rionegrina intensificaron la vigilancia en los ríos aledaños en la ciudad, para prevenir la pesca furtiva. En lo que va del mes, los guardapesca ya labraron 28 infracciones y secuestraron todo tipo de elementos utilizados para la extracción de las truchas en forma clandestina: tarritos con anzuelos, cañas de pescar, linternas y hasta redes.

Julio y agosto son los meses claves para esta depredación, ya que las truchas suben por los ríos a desovar y es el momento más fácil para capturarlas. «También es la época más dañina, pues además de morir la trucha se matan a miles de futuros alevinos», aseguró Buby Debiec, integrante de la mesa consultiva honoraria de Pesca Deportiva, formada por decreto en octubre 2001. Debiec, aseguró que 50 reproductores llegan a generar hasta 100.000 alevinos.

Desde su creación, la mesa, que integran instituciones oficiales, civiles y educativas, sumó inspectores, móviles y equipos de comunicaciones para prevenir los delitos. Las tareas las realiza en compañía de la Policía provincial y también voluntarios, que muchas veces hacen «tareas de inteligencia» para detectar a los furtivos.

Marcelo Hellested, a cargo de los guardapescas, dijo que los patrullajes son constantes en los lagos y ríos de la zona. Sostuvo que la población se debería concientizar sobre los peligros y daños que implica comprar pescados a los furtivos.

«No hay garantías de que el pescado sea fresco y apto para consumo», afirmó. Asimismo, dijo que la compra alienta al furtivismo y ocasiona un daño gran-de al recurso pesca.

«Una trucha puede generar hasta 100 dólares como ingreso turístico pero apenas 10 pesos como mercadería de consumo», ejemplificó.

Entre los lugares más habituales para el furtivismo se encuentran los arroyos Ñirihuau y Gutiérrez y en meno medida el Ñireco, ya que allí hay una tram-pa de captura, que impide que los peces naden aguas arriba. Debiec dijo que en un futuro se emplazará otra en el Gutiérrez.

Reconocieron que tienen muy buena colaboración de parte de la Policía, ya que la mayoría de los furtivos se encuentran armados, al menos con cuchillos.

No obstante, amén del secuestro de los elementos empleados para el ilícito, no hay sanciones.

«Habría que analizar qué pasa si los infractores son castigados con trabajos comunitarios, como sucede en la probation», estimaron los inspectores.

Además de los inspectores de la Mesa la zona es patrullada por los guardaparques de la Administración de Parques Nacionales, los cuales días atrás, en la boca del Ñirihuau, secuestraron más de 50 truchas, superiores a los dos kilos.

No obstante, en ambos gru-pos faltan recursos y medios. En la práctica, ninguno dispone de un visor nocturno, que ayudaría a divisar a los pescadores en medio de la oscuridad, sin necesidad de encender reflectores.


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