Intentan zurcir al PJ rionegrino
Con más aspiraciones que posibilidades de lograr resultados rápidamente, se insinúa en el partido un primer intento destinado a evitar la interna. No se descarta una reunión entre los máximos referentes de la fuerza para analizar el tema. La iniciativa se fogonea desde Catriel y dio su primera puntada en Viedma.
Coincidió que fuera un médico el que les dijera a sus compañeros peronistas que también en política, la hemorragia mata.
Porque es el médico de Catriel y dirigente justicialista Pedro Moschetti quien, junto con su esposa Nora -concejal-, dieron la puntada inicial de lo que puede definirse como el primer intento orgánico destinado a que el PJ rionegrino no se desangre en una nueva interna para gobernador y logre una candidatura de unidad.
El operativo se puso en marcha en Viedma. Fue sobre el filo del mediodía del lunes en que el matrimonio Moschetti inició un periplo de entrevistas destinadas a explorar las posibilidades de tratar el tema.
En pocas horas se entrevistaron con tres referentes con gravitación en el frente interno partidario: el senador Miguel Pichetto, el legislador Eduardo Rosso y el ex senador Remo Costanzo.
Se sabe que en las próximas horas también se hablará con los dos precandidatos a gobernador que hasta hoy tiene el PJ: Carlos Soria y Juan Carlos del Bello.
De los tres obtuvieron la misma respuesta: el diálogo es posible. Y llegar a un acuerdo que recorte las posibilidades de catástrofe, también.
Y anoche, en medios peronistas no se descartaba que Catriel sea el sábado sede de una reunión que para tratar el tema, convoque a los máximos referentes del partido. En Viedma, el tándem Moschetti no se arrogó ninguna otra representación. Habló a título personal. Pero también expresó su convicción de que el grueso de la geografía peronista de la provincia reclama trabajar en procura de un acuerdo que lleve a una lista de consenso.
Los argumentos con que se movió el matrimonio tuvieron la sencillez espartana que deviene de tener muy en claro el diagnóstico de los problemas que condicionan al partido.
Dijeron, por caso:
* El PJ está nuevamente ante una oportunidad estimulante para la conquista del poder dado el desgaste que sufre el radicalismo desde su condición de gobierno.
* Ante esta posibilidad, el peronismo no puede permitirse que una vez más la «cultura de la interna y más interna» lo elimine como opción de poder.
* Hay que demostrarle a la sociedad rionegrina que en un acto de madurez para con la gravedad de la crisis por la que atraviesa Río Negro, el peronismo se cohesiona y se ofrece como alternativa para ejercer el poder.
* Es necesario entonces deponer actitudes que conspiren contra aquel objetivo. No será fácil, pero es el único camino: lo particular no puede invalidar lo general.
* Sólo forjando un gran consenso en favor de la unidad, se verá hacia dentro y fuera de su ámbito, trabajar a un peronismo para el triunfo. Lo demás, es la noche.
Y anoche, precisamente, un hombre con poder en el partido recordó a este diario el paradigma con que se movió el peronismo en las elecciones del «94 para convencionales nacionales: «El que no trabaja para el consenso, trabaja para la derrota».
– La reflexión está contenida en un documento sobre los ejes con los cuales debía trabajar la militancia en aquella campaña…dice – por ejemplo -, que los «dirigentes que crecerán serán los que mejor articulen el consenso. Ya nadie crece en la confrontación. Los tiempos han cambiado. Hay que empezar a crecer en el consenso»…Mire cuánto tiempo ha pasado y todavía seguimos hablando de la necesidad de no matarnos entre nosotros… ¿Usted tiene algo más mazoca en política que el peronismo rionegrino? -señaló la fuente desde el Valle Medio.
Y acotó:
-El drama más permanente que sobrelleva este peronismo es el internismo… En alguna medida es incluso la única línea política que seguimos con pasión… un mundo de conspiraciones, prejuicios y tan carente de inteligencia en sus decisiones, que aquí en Río Negro nos debilita en la lucha por lograr aquello que en el resto del país siempre perseguimos con tenacidad: el poder.
Hasta anoche, la reunión de Catriel figuraba con trazos muy suaves en relación con posibilidades concretas.
Sin embargo y siempre en medios partidarios, se admitía que el solo hecho de poner en marcha una ronda de consultas sobre el tema implica la puntada inicial de un proceso de resultados incierto, pero inevitable.
Las mismas fuentes sentenciaron: «Entre aceptar o no la necesidad de consenso para una fórmula de unidad, se mide cuánto queremos que el PJ salga del abismo».
Coincidió que fuera un médico el que les dijera a sus compañeros peronistas que también en política, la hemorragia mata.
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