Inusitada audacia de tres ladrones en Centenario

CENTENARIO (ACE).- Tres hombres armados se llevaron alrededor de 600 pesos de una casa de créditos ubicada en pleno centro y a las 10 de la mañana de ayer, tras un asalto fugaz en el que lograron reducir a la empleada, a la que dejaron atada con los cables de teléfono.

La rapidez del accionar de los ladrones y la seguridad con la que actuaron los delincuentes, causó ayer estupor entre los comerciantes vecinos a la casa atacada, debido a que el robo se produjo a menos de dos cuadras de la comisaría Quinta de esta localidad, prácticamente frente al Concejo Deliberante y a media cuadra de la sucursal local del Banco Provincia de Neuquén, en un horario de mucha concurrencia de público.

El hecho se produjo entre las 10 y las 10.05 de ayer. Tres hombres «bien vestidos» y de entre 25 y 30 años, llamaron a la puerta de vidrio de un local céntrico dedicado al rubro de créditos para empleados.

La vendedora tenía la puerta trabada, pero como a través de amplios ventanales que enmarcan el frente del local no observó en los supuestos clientes ningún indicio que le moviera a sospechas, les permitió el paso.

Una vez adentro, los hombres le advirtieron que estaba frente a un asalto, la amenazaron para que no los mirara y la empujaron hacia atrás del negocio. Aunque algunas versiones señalaron que los delincuentes llevaban capuchas, en el lugar se indicó que «fue a cara descubierta, porque a cada rato le decían a la chica que no los mirara», recordaron las primeras personas que llegaron al lugar.

Para que no quedaran dudas de la situación, cuando los delincuentes encararon a la empleada -que era la única que estaba en el local y por ello tenía trabada la puerta-, inmediatamente le apuntaron con un arma de la que no pudo dar detalles.

«Esto es un asalto», señalaron mientras la tiraron al piso y la maniataron de pies y manos con el cable de uno de los teléfonos que había en el local. Luego la encerraron en la parte de atrás, se llevaron la recaudación y desaparecieron tan rápido como llegaron.

Nadie se percató

Afuera, pese a lo transitado del sector en esa hora de la mañana, nadie se dio cuenta de lo ocurrido. Los tres hombres salieron del local que da a la calle San Martín y dieron la vuelta por Primeros Pobladores -frente a la plaza- donde se perdieron. Se desconoce si abordaron un automóvil o continuaron su marcha lenta para evitar levantar sospechas.

La empleada logró zafarse de las ataduras de las manos -donde le quedaron marcas visibles- y llamó por teléfono a la agencia de lotería ubicada enfrente para pedir ayuda porque ella no se podía mover debido a que le fue imposible zafar de las ataduras de los pies.

«En seguida hubo móviles y agentes por todas partes, pero a los tipos no los agarraron», indicaron algunos comerciantes indignados por la falta de seguridad y temerosos de nuevos robos.

Los delincuentes no hicieron destrozos ni se mostraron con dudas, sólo levantaron la recaudación y desaparecieron.