Inversión en obra pública neuquina toca sus mínimos
En los primeros seis meses del año la Provincia sólo ejecutó el 21% del total de los fondos disponibles en el presupuesto para las partidas de IRD. La subejecución, una constante.
La obra pública no ha sido algo que impulsó con vehemencia la administración Sapag.
Por lo menos así lo muestran los indicadores económicos sobre esta partida. Como pasa con la administración K, la realidad siempre se termina por imponer sobre el relato.
¿El Estado provincial invierte realmente lo que debería invertir?
Analizando fríamente las estadísticas oficiales, lejos del calor que imprime la retórica política, observamos que la inversión pública en Neuquén disminuye en forma crítica. En el 2008 el gasto total ejecutado por la partida Inversión Real directa” (IRD) –que es el componente presupuestario que contiene la compra de maquinaria, bienes y obra pública en la provincia– alcanzaba el 9,4% de las erogaciones totales consolidadas por el Estado neuquino para ese año. Tal como se observa en el gráfico de la página siguiente, esta relación comenzó a descender bruscamente al extremo de que en el primer semestre de este año representó el 3% del total de las erogaciones ejecutadas. En definitiva, Neuquén este año invirtió 3 pesos en obras y equipamientos por cada 100 pesos que gastó.
Asimismo, el hecho de que hasta junio de este año se haya llevado a cabo el 21% de la inversión presupuestada nos da la pauta que difícilmente se llegue a cumplimentar con la inversión pública prometida para todo el 2013, que se ubica en el orden de los 1.116 millones de pesos.
Pero este nivel de subejecución no está dado sólo en el presupuesto de este año.
La estadística oficial detalla en este sentido que el promedio de ejecución de la IRD durante el período 2009-2012 se ubicó en torno del 49%. ¿Qué quiere decir? Que en todos estos años, en promedio, sólo la mitad de los fondos prometidos para la obra pública fue finalmente ejecutada. Muchos funcionarios ceden, obviamente en off, ante la cruda realidad que deja trascender la estadística oficial. “Sí, está claro que no se están destinando para la obra pública los fondos suficientes para sostener el desarrollo económico en la provincia”, confía uno de los referentes del gobernador Sapag en materia económica.
Algunos políticos del oficialismo caen en el error de justificar esta situación arengando que “el Estado provincial no invierte porque no cuenta con los recursos necesarios para ello”. Un argumento que es rebatido por las mismas estadísticas que sale del Ministerio de Hacienda, las que señalan, en este sentido, que los ingresos totales de la Provincia pasaron de los 5.500 millones de pesos en el 2008 a los cerca de 14.000 millones, tomando como referencia el crédito vigente del presupuesto en curso. Es decir, se incrementaron un 150% en el período bajo análisis. Los números de la IRD no siguen la misma tendencia.
Las erogaciones ejecutadas sobre las partidas de IRD durante el 2008 alcanzaron los 550 millones de pesos. Anualizados, los datos del cierre del primer semestre del 2013 nos da una proyección de ejecución para fin de este año en torno de 476 millones de pesos.
Es decir que mientras los ingresos en el período 2008-2013 crecieron a una tasa del orden del 150%, la inversión en obra pública cayó, en este mismo período, algo más del 10%.
Conclusión: se está invirtiendo menos que hace cinco años, con un explosivo nivel de recursos.
Más dramáticas se desnudan las estadísticas cuando se las netea con la fuerte inflación que arrastra el actual modelo económico. En valores reales, este año la Provincia terminará invirtiendo un 75% menos de lo que lo hacía hace tan sólo cinco años (ver gráfico adjunto). En estos primeros seis meses del año, tomando como base valores constantes del 2008, los fondos reales que se ejecutaron en las partidas de obras públicas alcanzaron los 70 millones de pesos. Hay que ir muchos años atrás para poder encontrar una cifra tan baja como la mencionada.
Presente y próximo año
Es algo relativamente normal que los presupuestos a mitad de año estén ejecutados en torno del 50% respecto de los fondos disponibles para ello.
Analizando los ingresos corrientes del presupuesto neuquino, este indicador se ubica en el 51%. Los gastos corrientes van en esa misma línea, con una ejecución del 49%. Similar porcentaje se observa sobre la masa salarial.
Sin embargo cuando se da lectura a la partida de gastos de la IRD se desprende que sólo el 21% se ejecutó de los 1.116 millones disponibles en el crédito vigente.
Tomando los datos de los libros del Ministerio de Hacienda se puede observar que de la IRD que se destinó a los servicios sociales, fondos que por lo general van a cubrir las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad, sólo se ejecutó en un 19% en estos primeros seis meses del año. Estas partidas tienen un presupuesto vigente de 628 millones de pesos para todo 2013 y sólo 117 millones fueron los que realmente terminaron por gastarse, cuando por lo menos deberían haber estado ejecutados algo más de 300 millones de pesos teniendo en cuenta que los números corresponden al cierre del primer semestre del año.
Las transferencias destinadas a Salud están en una peor posición: sólo el 14% de los 78 millones disponibles para erogar en el 2013 se terminó ejecutando en esta primera parte del año. Y como éstos podemos dar muchos ejemplos en los que se observa que todo lo referente a obra pública se encuentra en un nivel de ejecución por debajo del 30% tomando como corte el 30 de junio del corriente. ¿Cuál es la causa por la que el gobierno siempre termina subejecutando las partidas de obras públicas cuando éstas son un motor clave para la economía de la provincia?
Con todo este historial estadístico sobre sus hombros, el gobierno envió hace unos días un presupuesto a la Legislatura con una IRD de algo más de 1.485 millones de pesos. La cifra representa un crecimiento del orden del 71% cuando se la compara con el proyecto presentado oportunamente ante esta misma cámara el año pasado.
¿De qué sirve prometer tanta inversión en un año si no existe capacidad por parte del Estado para llevarla a cabo? Está la promesa del ministro de Hacienda, Omar Gutiérrez, sobre la decisión del gobierno de ejecutar, esta vez sí, la totalidad de las partidas destinadas a la IRD.
Con los antecedentes presentados, no está claro qué proporción de estos millonarios anuncios de obra pública para el año próximo es parte del relato y qué corresponde a la realidad.
Javier Lojo – jlojo@rionegro.com.ar
Pese a los grandes anuncios oficiales
Archivo Adjunto
La obra pública no ha sido algo que impulsó con vehemencia la administración Sapag.
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