Inversionista convierte una calle de París en patio de comidas y diseño

En unas pocas semanas 36 negocios que incluirán grandes nombres de la cocina y el diseño abrirán sus puertas en la rue du Vertbois, en uno de los barrios más antiguos de París, al noroeste del histórico Marais.

DISEÑO&TURISMO

Por Caroline Taix desde París

En lugar de encerrar al consumidor en un “shopping” aislado como se hace en el resto del mundo, un inversionista francés tuvo la idea revolucionaria de convertir a una calle de París en centro comercial de diseño y gastronomía integrado a la vida urbana.

Los carteles de obra siguen tapando los escaparates, pero en unas pocas semanas 36 negocios que incluirán grandes nombres de la cocina y el diseño abrirán sus puertas en la rue du Vertbois, al noroeste del histórico Marais.

Para describir la “Jeune Rue” (calle joven) algunos no vacilan en hablar de “revolución” en la capital. Y Cédric Naudon asegura que la realización de su “loco proyecto” es una “primicia mundial”.

“El primer hijo, a veces uno lo hace así, sin pensarlo demasiado, sin darse cuenta de lo que ello implica”, explicó Naudon a la AFP, al relatar cómo nació la idea hace dos años.

Las primeras tiendas abrirán este verano boreal y ya a principios de 2015 los parisinos podrán acceder a 26 nuevos locales, comercios de comida y espacios de cultura.

Una panadería, una carnicería, un restaurante italiano, un bar de ostras, un street food coreano, una quesería, una heladería, bar de tapas, cine y galería de arte.

“La Jeune rue” será un lugar de vida, donde los habitantes de la ciudad accederán a “productos de calidad excepcional”, vendidos sin intermediarios, seleccionados entre productores rurales apasionados y respetuosos del medio ambiente. La idea de Cédric Naudon es “alimentar mejor a los ciudadanos”.

Y para juntar lo delicioso con lo bello apeló a grandes nombres del diseño internacional: los hermanos Campana, Jaime Hayon, Tom Dixon, Paola Navone, Patricia Urquiola, Michele De Lucchi etc. “Les envié un email. Y me contestaron: es una idea genial, ¡estás loco!”.

Naudon asegura que la idea no le vino de golpe. “Al principio, quería abrir un espacio italiano en París. Y me llevaron a la calle Vertbois”, recuerda. Comenzó por comprar los locales de los números 40 y 42, y después siguió con otros.

“El propietario me contó que antes, en esa calle había un carnicero, una pescadería. Y allí me dije: “¡Hagamos una calle gastronómica!”

Actualmente hay más de cien personas trabajando en el proyecto, que implica a entre 500 y 550 productores de toda Francia. Cuando no están en Tokio o Milán, Cedric Naudon y sus colaboradores cercanos rastrillan la campaña francesa a la búsqueda de productores.

Roland Feuillas, que se ocupará de la panadería, ya recreó en Cucugnan, en el sur de Francia, “los gestos antiguos de la panadería”. Tiene su propio molino y trabaja con variedades antiguas de cereal, cultivadas en agricultura “orgánica”.

La estacionalidad y el “precio justo” son las palabras clave del proyecto. “En la agroindustria, se empujó a muchos productores a producir de más”, deplora Naudon.

“Se puede comer fresas todo el año, uno tiene ganas de foie gras todo el tiempo. Hay que recuperar el valor de las cosas”. La Jeune Rue “no será un proyecto elitista”, promete el inversionista.

Aunque se niega a revelar el costo de su proyecto, se habla de un monto de 30 millones de dólares (unos 40 millones de dólares). Según el semanario L’Express, 35% de la suma proviene de los fondos personales de este millonario que hizo fortuna en el sector inmobiliario en Estados Unidos y en Francia.

En el barrio, actualmente un poco dejado de lado donde todavía abundan tiendas de ropa al por mayor, todos se frotan las manos. Un cafetero y un galerista anticipan la llegada de los “bo-bos” (burgueses bohemios), que desde hace 15 años proliferan en la capital francesa.

AFP


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