Investigan a tres policías por los hechos en Confluencia

Yamil Regules

NEUQUÉN (AN).- A los tres policías que intervinieron en el confuso episodio donde se hirió a un menor de 13 años, que originó el ataque a la comisaría 19 del barrio Confluencia, se les retiraron las armas, de manera preventiva y precautoria, para ser peritadas, según confirmó ayer el subsecretario de Seguridad, Gustavo Pereira.

Indicó que la actuación interna de la policía se sumará a lo que dicte el juzgado de Instrucción 1 y la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.

El coordinador operativo de la Dirección de Seguridad Metropolitana, Raúl Palacios, desvinculó a la policía de la herida del menor al indicar que una delegación concurrió al balneario Figueroa por el arrebato de una cartera y fue agredida. Dijo que, en forma paralela, en la comisaría se recibía la denuncia de que a un joven se le había escapado un tiro mientras manipulaba un arma.

El funcionario del ministerio de Seguridad confirmó que no hay personal policial detenido y que la persona detenida el miércoles por lo ataques a la comisaría fue puesta en libertad y seguirá vinculada a la investigación.

Palacios desvinculó el herido de la policía e indicó que entre el sitio del incidente con la patrulla y el lugar donde fue herido el menor hay una distancia de 1.000 metros y un brazo del río que los separa.

Violentos y conocidos

Luego de las tensos momentos que se vivieron en la comisaría 19 la expresidente de la comisión vecinal del barrio, Inés Díaz, aseguró que los jóvenes que participaron de los enfrentamientos son “muy violentos y conocidos en el barrio”.

Según el testimonio Díaz, ese mismo grupo de sujetos que ocasionó el enfrentamiento “me hicieron renunciar a la comisión el año pasado bajo amenazas. Son un grupo de jóvenes mayores que están identificados y que utilizan a los menores para hacer destrozos” dijo y comentó que si no estuviera la policía en el barrio “esto podría ser mucho peor”.

Los ataques contra la unidad policial se percibieron en la roturas de los vidrios en la entrada del edificio y fuentes oficiales detallaron que tres móviles pertenecientes al plan de seguridad por cuadrillas fueron apedreados y seis motos incendiadas. Además las calles del barrio se encontraban pobladas de piedras de un tamaño considerable, restos de cenizas y basura quemada en varías esquinas.