Ischia y un discurso armado para los hinchas

"Ganar, ganar y ganar", lo único que sirve para los grandes. De paciencia, ni hablar.

«Ganar, ganar y ganar», ése es el cometido fijado por Carlos Ischia desde el vamos de su carrera como DT de Boca, en síntesis, aquello que no sólo querían escuchar los hinchas sino también lo que pretenderán del equipo que de ahora en más dirigirá.

Desde ya que para Ischia, que aún no supo lo que es «ganar, ganar y ganar» siendo cabeza en un banco de suplentes, el éxito será el exclusivo puerto al que deberá arribar.

Más allá del cautiverio que armó con sus propias palabras, la exigencia de Boca lleva sólo a dos muelles: el éxito que marca auras como la que sigue coronando a Bianchi, o despedidas que si bien lejos estarían de ser un fracaso en otros clubes, en la ribera lo son.

Al Lanús campeón y a su técnico Ramón Cabrero se les elogió el trabajo a largo plazo, la proyección de juveniles, la «paciencia», como le atribuyó el entrante técnico de Racing, Miguel Micó, a modo de valor determinante. Sin embargo, la paciencia no existe en los grandes-grandes. Para Boca o River sólo hay urgencias.

De otro modo, qué argumento hay para que el xeneize se haya desprendido del DT campeón de la Libertadores, esa que ansían con desesperación en Núñez o en San Lorenzo, apremiado por ser el único grande virgen de esa Copa.

Tendrá la confianza en sus proyectos Ischia para «ganar, ganar y ganar». Al menos en la cancha tendrá a JR Riquelme, la incorporación difícilmente eclipsable en esta época de pases módicos del fútbol argentino.

Con dolar alto y arcas golpeadas, los futbolistas de lustre apuntan a Europa, a buscar seguridades económicas. Y desde el exterior llegan aquellos que no colmaron expectativas o que quieren poner fin al desarraigo.

A falta de dos meses para abrochar las cuatro incorporaciones que permite AFA, un panorama conocido. Los grandes apenas si pueden especular con eventuales bajas en los chicos que los cachetearon en el Apertura, en especial Lanús, que difícilmente pueda sostener a Valeri o Sand, dos puntales para edificar la gloria.

Sea el «Granate», sea Tigre, con o sin sus baluartes recientes, volverán a enancarse en la paciencia para construir. Los grandes ya saben lo que deben hacer y Carlos Ischia fue preciso: «Ganar, ganar y ganar». (DyN/AN)


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