Israel: acuerdo político para anticipar las elecciones
Presionado por la oposición, Sharon accedió a que se vote en febrero o en marzo, congelando, así, el proceso de paz.
JERUSALEN (AFP/AP).- El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y el nuevo jefe de los laboristas, Amir Peretz, acordaron ayer organizar elecciones legislativas anticipadas en febrero o marzo próximos.
De este modo, se inicia una campaña política que obligará a congelar toda gestión para reanudar las conversaciones de paz del Medio Oriente.
«Llegamos a un acuerdo para elecciones entre finales de febrero y fines de marzo», declaró Peretz a los periodistas el jueves por la mañana tras mantener un encuentro de menos de media hora con Sharon en Tel Aviv.
«Fijaremos una fecha de aquí al lunes, día de la sesión del Parlamento sobre la ley de disolución» de la Cámara, agregó Peretz, cuyo Partido Laborista había amenazado con votar a favor de este proyecto de ley presentado por la extrema derecha.
Por otra parte, el Comité Central del Partido Laborista se pronunciará el domingo sobre el abandono de la coalición gubernamental con el Likud, la formación de Sharon.
«He dicho que la celebración de elecciones formaba parte del juego democrático normal y que de todas maneras 2006 era un año electoral», explicó, añadiendo que ha confiado al diputado Efraim Sneh, jefe del grupo parlamentario laborista, la tarea de dirigir la campaña. Citado por sus colaboradores, Sharon dijo a su interlocutor que la anticipación de los comicios antes del fin de la legislatura -en noviembre de 2006- constituía «un grave error».
Pero se resignó y en declaraciones al diario Yediot Aharonot afirmó haber llegado a la conclusión de que «lo mejor para el Estado es organizar elecciones cuanto antes, elecciones-relámpago, no en mayo o marzo, sino en febrero si fuera posible».
Se trata, dijo Sharon, de evitar largos meses al frente de un gabinete minoritario y de «garantizar que 2006 no sea un año perdido para el proceso político y los esfuerzos destinados a concluir un acuerdo con los palestinos».
Peretz, tras ganar la semana pasada las primarias laboristas, pidió que su partido abandone la coalición para convertirse en «una verdadera alternativa» con un programa «socialdemócrata».
Bajo la batuta de su antiguo jefe, Shimon Peres, los laboristas pasaron a integrar hace un año el gabinete d Sharon para facilitar la retirada israelí de la franja de Gaza y de cuatro colonias del norte de Cisjordania.
Según un sondeo publicado la semana pasada, los laboristas obtendrían cinco escaños más en las legislativas, lo que le otorgaría 27 diputados de un total de 120, y el Likud perdería 3, situándose en 37.
Todas las encuestas dan a Sharon, de 77 años, como el político más popular de Israel y los comentaristas estiman que será reelegido en las primarias del Likud.
Una vez celebradas las legislativas y si los laboristas decidiesen quedarse en la oposición, Sharon se vería obligado a depender del «ala dura» del Likud y de aliados de la ultraderecha religiosa y nacionalista que se oponen a hacer concesiones a los palestinos.
Sharon proyecta consultar a otros partidos políticos sobre posibles fechas para las elecciones antes de la votación parlamentaria del lunes para disolver la legislatura, dijo Shariv.
La campaña electoral israelí, combinada con las elecciones parlamentarias palestinas de enero, obligarían a aplazar las gestiones de paz tras cinco años de violencia entre israelíes y palestinos.
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