Israelíes protestan contra concesiones a palestinos
Unos 100.000 israelíes que rechazan la política de paz del primer ministro Barak se congregaron en Tel Aviv. Se oponen de modo tajante a las concesiones que Israel debe hacer a los palestinos en el marco del acuerdo de Camp David. "Prohibido vender el Estado", "Barak, a los hermanos no se los abandona", fueron algunas de las pancartas más destacadas.
Tel Aviv.- Más de 100.000 personas se congregaron ayer en Tel Aviv en una manifestación convocada por los partidos de derecha y las organizaciones de colonos judíos en protesta contra la cumbre de Camp David y las concesiones que Israel tendrá que hacer a los palestinos.
En el mismo lugar en el que el primer ministro Isaac Rabin fue asesinado en 1995 por un extremista judío, los opositores a la política de paz del primer ministro, Ehud Barak, organizaron la que han llamado «la madre de todas las manifestaciones», pues afirman que es la mayor celebrada en Israel.
Los manifestantes comenzaron a afluir a la céntrica Plaza Rabin desde horas tempranas, tras haber llegado a Tel Aviv en cientos de autobuses fletados por el bloque opositor Likud, liderado por el «halcón» Ariel Sharón.
«Prohibido vender el Estado», «Barak, a los hermanos no se les abandona», «Barak, esa no es la paz verdadera» eran algunas de las enormes pancartas portadas por los manifestantes, en alusión a los planes que atribuyen al primer ministro laborista ceder la mayor parte de Cisjordania y Gaza a los palestinos en las negociaciones de paz.
Los convocantes esperan con esta protesta enviar un claro mensaje a Barak de que no tiene mandato del pueblo para hacer concesiones sobre la soberanía de Jerusalén o sobre la evacuación de asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania, los territorios ocupados por Israel en 1967.
«Somos mayoría» era otro de los lemas de la protesta, en respuesta a las afirmaciones de Barak de que tiene el mandato de sus electores y de la mayoría del pueblo para firmar un tratado de paz con los palestinos que implique concesiones dolorosas.
La protesta tiene lugar menos de una semana después de que el primer ministro, con un gobierno en minoría tras el abandono de tres partidos de derecha, superase en forma reñida una moción de censura en el Parlamento presentada por el Likud en contra de la cumbre con Arafat.
«Con el país y el honor no se regatea», leía otra pancarta en ruso, llevada por los manifestantes de los partidos de los inmigrantes de la antigua URSS, el ultranacionalista Israel Beitenu» e Israel Ba»Aliya, que encabeza Natán Sharansky, hasta hace una semana ministro de Barak.
«Es nuestra casa y no nos vamos a ir», decía un niño de unos 10 años, hijo de colonos del gran asentamiento de Gush Katif, en la franja de Gaza, llegados de manera masiva para tomar parte en la manifestación.
Entre los oradores que se dirigieron a la multitud estaban, además de Ariel Sharon, el alcalde de Jerusalén, Ehud Olmert, «abanderado» de la defensa de Jerusalén como «capital eterna y unida de Israel», y el líder de Israel Ba»Aliya, el ex ministro del Interior Sharansky, así como representantes de los colonos.
Unos 1.500 policías estuvieron encargados de vigilar la protesta y de evitar que se registrasen incidentes.
La derecha acusa a Barak de ir a dividir Jerusalén, cuya parte oriental fue ocupada y anexionada por Israel en 1967 y que es reclamada por los palestinos como capital de su futuro Estado independiente.
Ayer, en la alcaldía de Jerusalén, se celebró una reunión convocada por el Likud, a la que asistieron los jefes de los partidos de derecha que hace una semana abandonaron el ejecutivo de coalición de Barak.
Esta es la primera vez que estos ex ministros se reunieron en un foro opositor desde su dimisión, y el objetivo no era otro que reiterar su rechazo a cualquier concesión a los palestinos sobre la soberanía de Jerusalén.
(EFE y Reuters)
Clinton tras el entendimiento
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, redobló ayer en Camp David sus esfuerzos a favor de un entendimiento entre palestinos e israelíes, a sabiendas de que apenas le quedan tres días para mediar en el proceso de paz.
Clinton abandonará este centro el próximo miércoles para asistir en Japón a la reunión del G-8 (los siete países más industrializados más Rusia) y, aunque la Casa Blanca asegura que no hay un plazo para el final de la cumbre, al presidente de Estados Unidos le gustaría dejar todo solucionado antes de marcharse.
Su labor mediadora fue retomada ayer con fuerza después de la celebración de la fiesta religiosa judía, el sabath, que redujo la cumbre de Camp David a meras charlas informales.
Como ya ocurrió en 1978 cuando se discutió y firmó la paz entre Egipto e Israel en Camp David, la delegación israelí limitó su actividad durante el «sabath» a encuentros en los que no era necesario tomar notas como señal de respeto, a pesar de que muchos de sus miembros no son religiosos. Ello no evitó que hubiera contactos entre las tres delegaciones.
La Autoridad Nacional Palestina estima que precisa una ayuda de 40.000 millones de dólares durante los próximos 20 años para crear las infraestructuras del nuevo Estado y compensar económicamente a los refugiados. (EFE)
Tel Aviv.- Más de 100.000 personas se congregaron ayer en Tel Aviv en una manifestación convocada por los partidos de derecha y las organizaciones de colonos judíos en protesta contra la cumbre de Camp David y las concesiones que Israel tendrá que hacer a los palestinos.
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