Jesús en skate y monjes cantores: así seducen a los jóvenes para la vida religiosa

La Iglesia Católica no pierde chance de atraer a la vida religiosa a los millares de jóvenes que llegaron a Brasil para ver al papa.

VISITA DE FRANCISCO

RíO DE JANEIRO, Estado de Rio de Janeiro (AFP) – Imágenes de Jesús en skate y promesas de “una vida radical” si uno entra a un convento o un seminario: en Río, la Iglesia católica no pierde chance de atraer a la vida religiosa a los millares de jóvenes que vinieron a ver al papa.

Pero pocos están dispuestos a las renuncias que eso implica.

“Ya pensé en seguir el camino religioso, pero desistí cuando me vi delante de grandes obstáculos”, como no tener una familia, confiesa la brasileña Raquel Oliveira, de 24 años, una peregrina que examina las ofertas de decenas de congregaciones religiosas en una “feria vocacional” celebrada en Río durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra en Río.

En la feria, más de 130 congregaciones compiten entre ellas para captar jóvenes para sus seminarios o conventos, dejando de lado la imagen de sobriedad y recato que les son propias y optando por un lenguaje moderno.

“¡Venga a vivir una vida radical!”, promete la Orden de las Hermanas Angélicas, que reparte bolsos con una foto de Jesucristo en skate, mientras cerca, monjes franciscanos que cantan, acompañados por sus guitarras, buscan atraer a otros peregrinos en el parque Quinta da Boa Vista.

“El joven de hoy quiere tomar opciones únicas, y la vida religiosa es una opción radical”, asegura la hermana domínica Iris, de 27 años, tras explicar a un grupo de peregrinos cómo funciona la vida en un convento.

El uruguayo Iñaki de Palacio, de 24 años, acaba de graduarse en economía y dice estar dividido sobre su vocación religiosa. “Tengo muchas ganas de atender el llamado de Dios, pero también pienso en tener una familia, hijos”, dice el joven.

Rafael Jesus dos Santos, de 21 años, o hermano Rafael, dice que la decisión exige madurez. A los 16 años dejó todo para entrar al seminario. “Es un gran desafío, porque hoy la vida religiosa puede no parecer atractiva”, afirma.

Para el chileno José Retamel, de 21 años, la opción por la vida religiosa es cada vez más escasa.

“Tenemos muchos estímulos de todos lados, y esta decisión es muy difícil”, afirma el joven, feliz de poder descubrir órdenes religiosas que desconocía.

Muchos como el fraile domínico Ronivalder Biancao, de 23 años, aseguran que existe una “crisis vocacional” en la Iglesia.

“Los seminarios vacíos en todo el mundo son un reflejo de los cambios por los cuales la Iglesia pasa en este momento”, señala Biancao.

La argentina Paz Zuvíria, de 19 años y compatriota del papa, ya pensó en hacerse monja pero finalmente abandonó la idea. Pero cree que el papa Francisco, con su defensa de una Iglesia simple, misionera y más cerca de los pobres, será un estímulo para que más jóvenes ingresen en la vida religiosa.

El ‘efecto Francisco’ es notorio en el stand de los jesuitas. Está lleno de jóvenes que quieren saber más sobre la orden religiosa de la cual proviene el primer papa latinoamericano.

“Encuentro maravilloso que los jóvenes estén más interesados en conocernos”, dice el padre jesuita Ignacio Lange, de Guatemala, mientras atiende a varios peregrinos al mismo tiempo. Para él, es posible que el llamado del papa a los jóvenes a “evangelizar las naciones” convenza a varios de entrar al sacerdocio.


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