Jorge Onofri quiere más apoyo para la cultura

El director analiza la actividad mientras espera el debut de "¿Podés silbar?" en la Fiesta Nacional del Teatro.

Salta (Enviada Especial).- Uno de los elencos que promete sorprender en la octava jornada de la 16 Fiesta Nacional es el grupo neuquino Atacados por el Arte que mañana presentará «¿Podés silbar?», una obra de títeres que viene precedida de excelentes críticas de la prensa especializada y fue exhibida con enorme éxito de público en el teatro Cervantes.

«Río Negro» conversó con el responsable de esta puesta en escena, Jorge Onofri, un artista neuquino que integró giras del Periférico de Objetos y formó parte del Marionet Theatre de Estocolmo.

Onofri, quien dictó un taller sobre el teatro de objetos en esta ciudad, opinó que Neuquén «tiene que plantearse seriamente, después de construir represas, caminos, calles, que es hora de construir teatros, salas de espectáculos, museos, espacios de actividad cultural, que son un servicio para la comunidad».

-¿Cómo ves esta edición de la Fiesta?

– Creo que es la fiesta más bonita a la que fui en este país, porque hay un profesionalismo en la organización y una simpatía y amabilidad de parte de la gente que organiza. Además los teatros son maravillosos, esto es un lujo, yo vengo de hacer una gira impresionante con el Periférico, anduvimos por Europa, Estados Unidos, Australia y esto me parece al mismo nivel que cualquier festival europeo. Espero que esto sea un estímulo para futuras ediciones de fiestas nacionales y provinciales y que Neuquén lo imite. Tristemente no tiene una sala teatral, la única es la Conrado Villegas y nece sitaría de mucho más.

– ¿Cuáles son las principales necesidades de Neuquén a tu criterio?

– En cuanto a desarrollo, para mí hay dos aspectos, uno es equipamiento, en primer lugar, la provincia tiene que plantearse seriamente, que después de construir represas, caminos, calles, ya es hora de construir teatros, salas de espectáculos, museos, espacios de actividad cultural, que son un servicio para la comunidad. Ese es un concepto que si ya no se pone en marcha, entonces somos unos ignorantes. Me parece que el aspecto cultural fue el más descuidado en Neuquén, salvo honrosas excepciones. Hay que plantearse también un proyecto cultural amplio que abarque a todas las artes, que cuente con un apoyo real, concreto y un aporte de dinero real y concreto y dejar de excusarnos en que no hay presupuesto, porque los presupuestos sencillamente se determinan y se colocan en los lugares donde se desea colocar. El dinero está, lo que pasa es que está mal distribuido. Si hay una deuda neuquina, es en el área Cultura, definitivamente, no así en deportes, donde uno ve que hay apoyo a los deportistas que van a cualquier lado.

– ¿Para viajar a Salta recibieron apoyo?

– En este caso debo reconocer, que hubo una buena predisposición de la provincia, que le paga los pasajes a los elencos participantes, lo que no es poca cosa. Nosotros tuvimos mucho apoyo. La secretaría de Cultura de la provincia se hace cargo de los pasajes por Neuquén. Hay una clara buena intención, lo que falta es un buen proyecto generoso, pensando en la comunidad.

– ¿El semillero del teatro en Neuquén cómo lo ves?

– Neuquén está teniendo una evolución muy positiva en lo artístico en general, se nota mucho más en la música. Hay un trabajo muy sostenido y agradable en la danza con la destacada tarea de Mariana Sirote. En el teatro de títeres también, siento que soy parte de ese proceso y me siento orgulloso de serlo, pero siento que hay mejor calidad en la producción de espectáculos de títeres. De hecho Neuquén viene representado con un espectáculo de títeres y uno de danza. Me parece que en lo teatral hay gente haciendo cosas, pero todavía, como muy de costado, demasiado independiente, sin el apoyo suficiente, no hay en Neuquén todavía un elenco teatral poderoso que marque rumbo en un sentido.

– ¿A que lo atribuís?

– A la falta de apoyo, todo es demasiado a pulmón.

Los títeres que no son sólo para chicos

Salta (Enviada Especial).- Con la puesta en escena de «¿Podés silbar?», una historia que cuenta la historia de un niño que adopta un abuelo, Jorge Onofri demostró que con el teatro de títeres se pueden emocionar tanto los niños como los adultos. La pieza, que juega con la ternura y apunta a la emoción trata el tema de la muerte sin golpes bajos y logra llegar al corazón de chicos y mayores.

La elección de «¿Podés silbar?» respondió a una vivencia personal de Onofri. «Sentí la necesidad de hacer algo así porque se me murió mi abuelo y tuve la profunda intención interior de hacer algo al respecto y al fin pude adaptar el cuento de Ulf Stark y llevarlo a la obra teatral», contó el titiritero con la voz entrecortada.

Orgulloso de poder aportar un granito de arena a la nada sencilla tarea de rescatar los títeres para un teatro que no sea sólo para chicos, Onofri se mostró convencido de que «antes había una mirada poco profunda por el sentido que tiene el objeto en la acción en la escena, en cambio ahora veo un interés impresionante en la gente en lo que estamos haciendo. Hace años que vengo buscando una línea de producción escénica más amplia, abierta a todo el público y reniego bastante de las diferenciaciones en edades, porque creo que el arte tiene que tener una temática y una estética que posibilite la comprensión de todos los espectadores y que apele a la sensibilidad del espectador más allá de la edad que tenga, lo que probablemente no es fácil de lograr, pero tampoco es imposible, por eso reniego de que algo sea exclusivo para niños o para adultos», confió el titiritero.

Para Onofri, «en general cuando se usa el objeto en sí, sin mayores transformaciones y se convierte en un personaje dentro de un espectáculo, produce una fascinación muy fuerte en el espectador, porque lo remite a lo que conoce».


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