Juan Chaneton: «El argentino busca su identidad»

NEUQUEN (AN).- Juan Chaneton tiene dos motivos para haber pisado nuevamente suelo neuquino. La primera, participar en los actos de conmemoración de los diez años de la muerte de monseñor Jaime de Nevares. La segunda, presentar en sociedad su nuevo libro, «Dios y el diablo en la tierra del viento. Cristianos y marxistas en las huelgas de El Chocón». Un material que camina por las fibras íntimas de un conflicto que marcó un antes y un después en la historia de esta provincia.

Su nuevo trabajo se presentará hoy a las 19.30 en el salón auditoria de la facultad de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue, y tendrá como panelistas a Torcuato Di Tella -quien lo prologa-, al vice rector Jorge Calderón y a Sara Mancilla, «artífice solidaria fundamental» de la movilización obrera. Ayer al mediodía el investigador -abogado y periodista-dialogó extenso con «Río Negro.

Chaneton, nieto del recordado periodista asesinado, explicó que su libro no tiene una lectura unilateral. «Una de ellas sería analizar el cruce entre 'Teología de la Liberación y marxismo en ese conflicto, saber si existió algo deliberado, si hubo un programa común… Analizar en qué medida convergieron estas dos manifestaciones en las luchas de los '70. Otra lectura es ver cómo se enfrenta a la represión en condiciones muy duras, y de qué manera se triunfa políticamente a la colusión de fuerzas que enfrentan los obreros.

-¿Qué fue lo que más le impactó de esta lucha en particular?

-La solidaridad. Las huelgas de El Chocón se caracterizaron por la maestría para manejar el tema solidario.

-Algo que en la actualidad es difícil de conseguir.

-Claro. Uno de los problemas que tienen siempre los conflictos obreros se da en cómo extender la solidaridad hacia sectores ajenos a ese conflicto. La maestría con que se trabajó esta característica es llamativa.

-Pero, ¿cuáles de estas características se cristalizan en la actualidad?

-Hay muchas cosas que están vigentes, la más importante es que la huelga la condujo la asamblea obrera, no fue la comisión interna deliberadamente. La fidelidad con que se votaba en asamble fue el punto duro para la represión. Se llama 'democracia sindical-. Hoy ATEN, (los trabajadores de la) salud y Zanon tiene que hacer de esto el principio sustantivo de su accionar.

-Pero hubo fallas…

-Sí, en el aislamiento de la lucha; nace con una debilidad congénita, y es la de obtener solidaridad de orden político, aunque el mensaje ideológico sea irreprochable.

-¿Por qué cree que se produjo en estos últimos años un auge tan importante de historiadores?

-Este tema lo toqué en «Argentina, la ambigüedad como destino». Es que el argentino, después de haber sufrido tanto -léase terrorismo de estado, Malvinas, las duras crisis económicas-, para decirlo en términos 'psicobolches', tiene heridas narcisistas muy fuertes, que ninguna sociedad soporta fácilmente. Por eso el argentino hizo una introspección, quiere conocer su identidad; indagar en la historia es una manera