«Juan Manuel tenía las llaves de la víctima»

CIPOLLETTI (AC).- La acusación considera que hay dos pruebas directas en contra de los imputados: Una, que Juan Carlos Aguirre estaba en el lugar del hecho en el momento en que comenzó la causa (fue quien avisó). Y otra, que Juan Manuel tenía la llave del auto que era de Ana Zerdán y «nunca explicó» cómo llegó a su poder.

Ayer se sumó un testimonio referido a este último tema. Declaró el policía Juan Carlos Yanisky, quien el día del hallazgo estaba buscando a un cerrajero para abrir el Ford Fiesta de la víctima cuando le avisaron desde la comisaría Cuarta que había aparecido la llave: la tenía Juan Manuel. Fue a la unidad y le pidieron que acompañara al joven hasta el lugar del hecho, donde entregó el juego a un oficial para que iniciara la pericia.

«El testimonio de Yanisky confirma que ya en horas cercanas al mediodía, la llave estaba en poder de Juan Manuel Aguirre», analizó el abogado de la familia, Gustavo Palmieri.

Sin embargo para el defensor Jorge Larrea el relato del policía «no pone ni saca» en este tema de la llave. Larrea asegura que declarará otro testigo que dirá cómo llevaron a su cliente desde la comisaría hasta la casa de la víctima, donde estaba el juego.

«No tiene ningún asidero esto que está dando vueltas sobre la llave. Así que yo voy, mato a una persona, la dejo tirada y después vengo voluntariamente saco del bolsillo la llave del auto y la entrego. Esto es hasta infantil pensarlo. Estamos hablando de una persona pensante, como Juan Manuel Aguirre Taboada», expresó el defensor. Pero infantil o no, forma parte de la acusación contra el menor de los Aguirre.

El auto de Zerdán estaba estacionado sobre calle Brentana, cerca del laboratorio. Se hallaba cerrado y las llaves no estaban en el lugar del crimen. Fue Juan Manuel quien las entregó. Y según dos testigos que están citados para los próximos días, por las características el juego que aportó el imputado no sería un duplicado sino «el original» que usaba la víctima.

En la audiencia de ayer -la decimocuarta- también declaró la ex-concejal Cristina Garrido, quien sumó vivencias y «apreciaciones» contra los procesados por el homicidio.

Garrido mencionó que en la mañana del hallazgo fue a la comisaría Cuarta y que allí estuvo con Juan Carlos Aguirre. «Estaba preocupado y ocupado en hacerle saber a todos lo que le había pasado. '¿Viste lo que me pasó?', decía. No lo vi llorar nunca, lamentarse, ni siquiera interrogarse», afirmó la testigo.

Garrido estuvo desde las 8 a las 11 aproximadamente con el ex concubino de Zerdán. Y presenció el momento cuando Juan Manuel llegó a la unidad. «El padre trataba de calmarlo, tenía un llanto de miedo, histérico, no de dolor», afirmó Garrido. La ex edil no había declarado esto en la instrucción y terminó reconociendo ante el Tribunal que fue una apreciación suya, en base a «las cosas que se van observando, analizando el proceso».

«Queremos enriquecernos con sus vivencias, no conclusiones», le aclaró el presidente del Tribunal, Guillermo Baquero Lazcano. Garrido hizo otros aportes ayer que no estaban en su testimonio de 1999.

En tanto, la defensa siguió introduciendo en el debate la hipótesis de la contaminación del agua en Añelo vinculada al crimen. Ayer declaró el periodista Marcelo Castro, quien realizó un informe periodístico que fue publicado en La Mañana del Sur en setiembre del 2002.


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