Judiciales se niegan a trabajar en un edificio

En el inmueble funcionan las defensorías civiles. Los empleados dicen que es inseguro, tiene pérdidas de gas y que están hacinados. Ayer no ingresaron. El TSJ les prometió mudarlos.

NEUQUEN (AN).- Los empleados de las Defensorías Civiles 4 y 5 de Neuquén decidieron no ingresar ayer a este edificio ante la falta de seguridad que presenta. Según señalaron hay pérdidas de gas en distintos puntos, falta de ventilación y hacinamiento en las oficinas.

En total son 25 los empleados que ayer optaron por no ingresar al edificio, donde también funciona el Archivo Judicial y el área de Servicios de Orientación Jurídica. La decisión se basa en las constantes pérdidas de gas que pondrían en peligro la vida de los empleados y de las más de trescientas personas que a diario realizan trámites allí.

Los inconvenientes en este edificio datan desde hace cinco años aunque la semana pasada se agudizó la situación cuando tras la revisión y acondicionamiento de los calefactores las pérdidas de gas continuaron.

«Hay hacinamiento de empleados y de usuarios, además las pérdidas de gas son un peligro, no hay salidas de emergencia e incluso hay murciélagos», señaló el secretario general del gremio de los judiciales, Edgardo Chervabaz. «El edificio no cumple con las condiciones de seguridad e higiene mínimas y sobre todo no es apto como ambiente de trabajo y menos para la atención al público», agregó.

En una recorrida realizada ayer por este medio se pudo constatar que en distintos puntos del edificio hay expedientes amontonados y las pilas de archivos dificultan el paso de una persona. Lo más llamativo es la presencia de archivadores en las cocinas y en los espacios que estaban destinados a patios internos y que de momento fueron techados y funcionan como depósitos.

A este edificio es donde usualmente concurren quienes no pueden pagar un abogado y los discapacitados. Sin embargo la estructura carece de ascensor por lo que las personas con discapacidades motrices deben ser atendidas en la planta baja, donde desde hace un tiempo funciona una improvisada oficina en lo que es el acceso a las escaleras.

Estas irregularidades fueron denunciadas en febrero al presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) , Jorge Sommariva, aunque hasta el momento las respuestas han sido prácticamente nulas.

Ayer por un decreto del TSJ se dispuso el cese de actividades por un día y se informó que en el plazo de tres meses se mudarán las dependencias a otro edificio ubicado en la esquina de Rivadavia y Buenos Aires. «Nos nos parece una respuesta porque exigimos una solución más pronta ya que esta situación es insoportable, y además queremos que se designe mayor personal para estas áreas», señaló Chervabaz.

El lunes los empleados retornarán a su trabajo siempre y cuando se hayan solucionado los inconvenientes con el gas, para lo cual ya se solicitó un relevamiento a la empresa prestadora del servicio.

Además se realizó una presentación en la subsecretaría de Trabajo provincial en la cual, a la vez que se explicó el panorama existente, se solicitó una inspección para determinar si este edificio es apto como ambiente de trabajo.

«Esto también está pasando en Chos Malal porque lo que sucede es que al Tribunal Superior de Justicia no le interesa gastar plata en arreglar los edificios donde se atiende a los pobres y discapacitados», criticó Chervabaz a la vez que anticipó la posibilidad de agudizar los reclamos.


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