Jugando a ser Mou
río suelto
juan mocciaro jmocciaro@rionegro.com.ar
Cuando el Barcelona eligió a Gerardo Martino, en el fútbol argentino se pelean por ser como José Mourinho. La semana pasada Ramón Díaz justificó el estilo mezquino de su equipo para eliminar a San Lorenzo de la Copa Sudamericana diciendo que había visto videos de Mou y había aplicado su receta. Ayer, Ricardo Caruso Lombardi dijo ser el José Mourinho argentino porque donde va genera amores y odios. Más allá de las comparaciones de circunstancia, el fútbol argentino parece tomar cada un vez un rumbo más incierto y eso, a muchos, les resulta lo más interesante que el fútbol argentino puede ofrecer. Se supone que esta bueno que Olimpo golee a Boca, pero algo debe estar pasando para que semejante resultado ocurra. Y no vale decir que cualquiera le gana a cualquiera. ¿Cómo se entiende que Argentinos, equipo en riesgo de descenso y con un plantel formado con el descarte? La respuesta hay que hallarla en La Paternal, pero sólo en parte. La otra parte hay que buscarla en la caída de Boca en Bahía Blanca, que explica el liderazgo de Argentinos tanto como la propia campaña del equipo de Caruso. ¿Por qué los equipos que se preparan para no descender son los punteros y los que trabajaron e invirtieron para ser campeones dan pena? Gustavo Alfaro afirmó que no trabajó con Arsenal para ser escolta, pero ahí está, arriba de todos los que sí lo hicieron. En un fútbol histérico, ansioso y poco tolerante, el sistema táctico 4-4-2 tan estable como equilibrado. Así juegan Argentinos y Arsenal, pero sobre todo Argentinos, que muta a 4-5-1 en el cuarto de hora final, como hizo ante San Lorenzo y All Boys. Incluso Boca jugó su mejor partido así parado (vs. Vélez 2-1). Aquí no hay tiempo para aceitar innovaciones tácticas. Lo saben muy bien San Lorenzo y Racing (con Zubeldía) sus voluminosos y prometedores, pero poco efectivos 4-2-3-2.
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