“Julián Isidoro Ripa”

Nació en Santa Rosa (La Pampa) en 1919. Allí hizo la escuela primaria y secundaria y se recibió de maestro normal. En 1938, a los 19 años, fue designado maestro de tercera a cargo de la entonces Escuela Nº 15 de Cushamen, en la provincia del Chubut: era director y único maestro de la escuela, fundada en 1903. Cushamen es la cabecera del departamento del mismo nombre, ubicado en el extremo noroeste de la provincia (limita con Chile al oeste y con Río Negro al norte) y conformado por parajes que en invierno quedan aislados por la nieve. El origen del término “Cushamen” es discutido; para algunos se origina en el tehuelche meridional con el significado de “quebrado”, por la característica de su suelo, y para otros en mapuzungum (la lengua mapuche) con el significado de “lugar de soledad”. Nació como una colonia pastoril conformada por lotes entregados a fines del siglo XIX a familias tehuelches y mapuches que, con el crecimiento vegetativo, devino en minifundios con una ganadería de subsistencia, amenazada por la desertificación. Actualmente en el pueblo viven unas 1.000 personas y en todo el departamento unas 2.500, con un 47% de la población con necesidades básicas insatisfechas. Ya en la década del 30 era una región muy empobrecida y aislada. Allí Ripa conoció la verdadera pobreza y las injusticias con los descendientes de la población nativa de nuestro país. Allí se forjaron su ideología igualitaria y su sed de justicia, que guió el resto de su vida. En los siete años consecutivos que estuvo en Cushamen aprovechó para estudiar libre la carrera de derecho. Recibido de abogado en la Universidad Nacional del Litoral se instaló en Esquel, donde ejerció la profesión defendiendo a trabajadores, pobres y, en particular, a sus amigos indios. Pero no dejó la docencia: en 1945, junto con un reducido grupo de vecinos formaron el primer instituto de enseñanza secundaria de Esquel. Como recuerda Ripa en uno de sus libros: “A mí me llamaba la escuela, me llamaba el aula, me llamaban los jóvenes. Acepté la responsabilidad de la rectoría. Durante siete años trabajamos duramente; nadie cobraba un centavo de sueldo, nadie pensaba sino en servir”. En esa época el único establecimiento secundario de la provincia estaba en Trelew y allí debían de rendir los alumnos preparados por los establecimientos particulares. A principios de los 50 el gobierno nacional oyó los reclamos de la población y creó en Esquel una escuela de maestros normales, con base en aquel establecimiento privado y Ripa como primer director. También en los años 50 la municipalidad creó una escuela politécnica donde ejerció de profesor; como en los demás casos, los docentes no cobraban sueldo. Finalmente, en 1973 los vecinos crearon la Escuela de Comercio Nocturna para adultos, con Ripa como profesor y director honorario. Cuando la escuela fue oficializada y los docentes cobraron sus sueldos, él dejó definitivamente la docencia para dedicarse en forma exclusiva a la abogacía. Fue socialista. Más pragmático que doctrinario, llevado por la sed de libertad y justicia. Aunque estaba afiliado al partido, no le interesó la carrera política. Entendió que su militancia estaba más en la sociedad civil que en las estructuras partidarias. A pesar de ello, en 1958 aceptó la candidatura a gobernador de la provincia, acompañando a Alfredo Palacios –el candidato socialista a presidente de la Nación– en su campaña por la región. En los años 80, con el estudio de abogacía en manos de su hijo, se dedicó a escribir sobre la rica experiencia acumulada en sus años de lucha. Fruto de ello fueron los libros “Recuerdos de un maestro patagónico” (1980) y “Recuerdos de un abogado patagónico” (1983), ambos de editorial Marymar. Hombre honesto, austero e íntegro, con sus enseñanzas y con su conducta fue ejemplo para varias generaciones de chubutenses radicados en el noroeste de la provincia. Él, como Alfredo Bravo y pocos más, podían lucir con orgullo el título de “maestro”. Humberto Zambón – Neuquén

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Humberto Zambón Neuquén