Juntos son dinamita

Cuando Riquelme se enciende Palermo explota. Gracias a ellos, Boca venció 2-0 a San Lorenzo.

FBaires

Cuando Juan Román Riquelme y Martín Palermo se asocian dentro de la cancha, es muy probable que a Boca la vaya bien. Anoche fueron fundamentales en la victoria 2-0 sobre San Lorenzo en el cierre de la 16ª fecha. Los dos máximos ídolos xeneizes dejaron de lado sus diferencias personales y generaron una conexión futbolísticas que fue demasiado para el equipo del “Gallego” Méndez. No hizo falta que se buscaran toda la noche. Alcanzó con un encuentro a los 25 del segundo tiempo para que el enganche ponga una pelota exquisita y el “Titán” la clave de zurda abajo para el 2-0 que cerró el partido, e hizo que Palermo estire su récord como máximo goleador de la historia del club y a la vez se convierta en uno de los top-scorer del torneo. Al margen de ello, Boca no hizo mucho más pero tampoco San Lorenzo. Boca se encontró con el tempranero gol de Matías Giménez que metió un gran anticipo de cabeza tras un preciso centro de JR Riquelme. La ventaja le dio tranquilidad para manejar la pelota, aunque careció de profundidad de tres cuartos hacia adelante. En la etapa inicial pareció que la única vía para generar peligro, era la pelota aérea. Y precisamente con un cabezazo de Ezequiel Muñoz que se fue por arriba volvió a acercarse a Pablo Migliore, pero se trató sólo de una jugada aislada. De San Lorenzo, poco y nada. La primera llegada fue a los 37 cuando el “Papu” Gómez se hizo el espacio por la izquierda y sacó un fuerte remate que controló bien Javier García. La segunda aproximación tuvo a los mismos protagonistas e idéntico final. El jugador de San Lorenzo aprovechó una mala salida de la defensa local y probó desde lejos, pero el “1” volvió a responder con seguridad. Para el complemento, el “Gallego” Méndez mandó a la cancha a Juan Menseguez por el “Chaco” Torres y la modificación le dio resultados porque tuvo 15 minutos intensos, pero no logró quebrar la resistencia local. Cuando pudo, Boca salió del asedio y en una de esas veces llegó la esperada conexión y la Bombonera fue una fiesta, al ver como sus ídolos finalmente se fundieron en un abrazo luego de haberle dado la victoria al equipo. En los últimos 20 San Lorenzo intentó una reacción, pero chocó contra su propia inoperancia. El final fue más caliente de lo que venía, pero Boca terminó el partido con una gran sonrisa, por haber regresado a la victoria y ganando el clásico, y por el “reencuentro” Martín y Román, que antes de irse al vestuario, se sacó la camiseta, la besó y se la regaló a la hinchada.

Finalmente llegó el esperado abrazo. Riquelme le dio un pase bárbaro a Palermo y el goleador no falló. Después festejaron juntos el 2-0 sobre San Lorenzo.

matías giménez


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