“Justicia sólo para ricos y blancos”

La Cámara de La Plata concedió el criticado beneficio con el aval de 714 amigos del condenado.

LA PLATA.- Fuertes reacciones de repudio generó una resolución de la Cámara Penal de La Plata (sala 3) que benefició con el arresto domiciliario a un ingeniero de 40 años que había sido condenado en 2010 a 14 años de prisión por haber violado a sus hijos de 5 y 6 años. En el juicio se demostró que el hombre aprovechaba el régimen de visitas de los niños a su casa de la localidad de City Bell para cometer los abusos. El polémico fallo fue firmado por los camaristas Alejandro Villordo y Laura Lasaga. Según opinaron, al detenido le correspondía el beneficio porque “goza de un buen concepto social corroborado con la presentación efectuada por 714 familiares, amigos y compañeros laborales”. Según precisaron, esos “avalistas” del violador se ofrecen como “garantes de la presentación del imputado ante la Justicia cada vez que sea requerido, lo que demuestra que se trata de una persona querida y apreciada en el ámbito en el que se desenvuelve” y, a su vez, les permite descartar “un posible peligro de frustración de los fines del proceso”. La abogada de los niños, Sofía Caravelos, dijo que apelará porque “es un claro fallo clasista”. En tanto que el fiscal Gabriel Sagastume, quien participó en el primer juicio al ingeniero, consideró que las argumentaciones de la Cámara “son escasas y pobres” y que “el buen concepto y su condición de profesional es poco argumento”. Opinó que si el condenado hubiera sido “un barrendero o arreglara veredas no le darían ese beneficio”, por lo que consideró que “estamos ante una justicia sólo para ricos y blancos”. Los jueces cuestionados también tomaron en cuenta la “buena impresión” que les causó el procesado en la entrevista personal y el hecho de que éste será recibido en su casa por su actual pareja y su hija. El 20 de septiembre de 2010 el Tribunal Oral Criminal II de La Plata condenó al hombre tras acreditar que entre el 2005 y el 2006 abusó sexualmente de sus dos hijos. En el juicio los chicos dijeron que su padre les pedía, cuando los violaba, “que se hicieran los dormidos y no gritaran porque si no llamaba a la patrulla”. Para la condena fue un agravante “su buen nivel de culturización y socialización”, lo que justamente ahora se valora en forma diametralmente opuesta por los jueces que le concedieron el beneficio de la prisión domiciliaria. (DyN/Télam)