Faltó varias veces a la prueba de ADN pero la Justicia hizo que reconociera a su hija, en Cipolletti
El hombre intentó evitar el reconocimiento de su hija. Faltó varias veces a la prueba de ADN y se negó a recibir la notificación. La Justicia estableció que deberá asumir todas las obligaciones parentales.
El fallo surge del fuero de Familia. Foto: Archivo.
Un hombre de Cipolletti intentó de todas las maneras posibles, no reconocer de su hija. Faltó a realizarse la prueba de ADN varias veces y se negó a recibir la notificación judicial. Aún así, la justicia ordenó la inscripción de la hija con el apellido del progenitor.
La resolución se llevó a cabo en el fuero de Familia de Cipolletti. Se ponderó el derecho a la identidad y a obtener información sobre la identidad genética.
Según detallaron, en el caso, la madre de la niña se presentó con la asistencia de una defensora pública y explicó en el expediente que mantuvo una relación de noviazgo con el padre de la niña, pero que se dejaron de ver durante el embarazo.
Agregó que «una sola vez se acercó a conocer a la criatura«, pero después volvieron a perder el contacto. Además, aportó datos sobre el domicilio del hombre pero no lograron notificarlo. «Se comprobó que, cuando lo encontraban, se negaba a recibir la notificación«, establecieron.
También se lo citó con un turno ante el Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial pero aseguraron que «tampoco tuvieron éxito». En ese organismo estaba previsto realizar la extracción genética para la prueba de ADN. «El padre faltó en varias oportunidades«, confirmaron.
Se negó a reconocer a su hija en Cipolletti: qué estableció la justicia
A partir de esta situación, la defensora de menores asumió la representación principal de la niña y solicitó autorización para citar al demandado en su lugar de trabajo. Le advirtieron que si no se presentaba al turno para ADN, la filiación iba a proceder de todos modos y él asumiría las obligaciones para con su hija.
Confirmaron que el apercibimiento se cumplió y el fallo hizo lugar a la filiación. Por lo que ordenaron la inscripción de la niña con el apellido del padre. «Ahora deberá asumir todas las obligaciones parentales, entre ellas el deber de alimentación», establecieron.
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