Kamikaze palestina mató a 4 israelíes en atentado

La mujer activó el explosivo en un puesto de control.

GAZA (Télam-SNI).- Una atacante suicida palestina, cuyo deseo era llegar al Paraíso cargada de «calaveras de sionistas», mató ayer a cuatro israelíes, tres de ellos soldados, luego de inmolarse con un cinturón de explosivos en el control fronterizo de Erez, en el norte de la Franja de Gaza.

«Mi deseo siempre ha sido convertir mi cuerpo en metralla mortal contra los sionistas y llamar a las puertas del paraíso llevando conmigo calaveras de sionistas», dijo en un video la joven Falah Reyasi, de 22 años, madre de dos hijos. En una grabación previa al atentado, que además causó heridas a diez personas, la joven pronunció estas palabras, que según la prensa estuvieron acompañadas de una macabra sonrisa.

El primer ministro palestino, Ahmed Qureia, convocó a un alto el fuego en Medio Oriente, pero no condenó inmediatamente el atentado. Qureia dijo que «las dificultades y la continuación del cerco (en Cisjordania), la cerrazón y la persecución de los activistas no ayudan a calmar la situación y siempre conducen a un aumento de la violencia y la contraviolencia».

El atentado fue reivindicado conjuntamente en una octavilla distribuida en Gaza por la organización radical islámica Hamas y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado escindido del movimiento Al Fatah, del líder palestino Yasser Arafat.

Según el relato de una testigo, la atacante se acercó cojeando al puesto control fronterizo que el Ejército israelí tiene situado en Erez. Y antes de atravesar el detector de metales, explicó que tenía una pierna rota y que llevaba una prótesis de metal.

En el control fronterizo de Erez, el mayor de la Franja de Gaza, soldados israelíes controlan a las personas que entran y salen de la Franja de Gaza.

Por la mañana pasan por Erez miles de trabajadores y comerciantes palestinos que tienen permiso para trabajar en Israel. Un general del Ejército israelí manifestó que la atacante suicida logró entrar en el edificio bajo el pretexto de tener una placa de metal en su pierna que podría hacer saltar la alarma del detector de metales. Pero mientras los oficiales llamaban a una soldado mujer para que la registrase, la palestina corrió al edificio y detonó los explosivos.

El líder espiritual del grupo Hamas, el jeque Ahmed Yassin, dijo que el empleo de una mujer en el atentado había sido «una táctica deliberada», debido a que a los hombres se les registra inmediatamente.

«Estos ataques son el resultado natural y directo de la operación militar israelí», manifestó Yassin a los periodistas, al ser consultado en su residencia de la ciudad de Gaza.

Por su parte, Israel acusó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de haber fracasado en su acción contra los activistas, a raíz de este atentado. Qureia «no necesita condenar, sino hacer», dijo a la agencia alemana dpa el portavoz del primer ministro, Ariel Sharon, Raanan Gissin.

Este fue el primer atentado suicida con bomba reivindicado por Hamas desde el 19 de agosto pasado, cuando uno de sus miembros se voló por los aires en un autobús, matando a 23 israelíes. En la octavilla en la que Hamas y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa reivindicaron el atentado, las dos organizaciones calificaron el ataque como una reacción a los «crímenes que el Ejército de ocupación sionista realiza contra nuestro pueblo».

Tras el primer atentado suicida perpetrado por una mujer palestina procedente de la Franja de Gaza, Israel quiere modificar el trato a las palestinas en puestos de control del ejército.

El jefe de la Oficina de Relaciones Israelo-Palestinas en la Franja de Gaza, Joav Mordechai, declaró a la emisora del ejército israelí que hasta ahora se ha sido «demasiado atento» con las mujeres. La atacante suicida dse ayer hizo creer a los soldados que tenía un problema médico, y la hicieron pasar al edificio. Los soldados contaron que la mujer «lloró de manera muy convincente» y apuntaron que los detectores de metales se activaron por «una placa de acero en su pierna».

«He soñado con una operación de martirio»

«Ya no vive aquí»: el hermano menor de la primera kamikaze del movimiento de resistencia palestino Hamas, Reem Saleh Al Riyachi, obliga a partir con esta frase a los periodistas que se reunieron ayer a las puertas de la casa de la familia nada más saber que la joven había cometido un atentado suicida de ayer.

Reem, de 22 años, casada desde hacía cuatro, tenía dos hijos, una niña, Duha, de tres, y un muchacho, Ubeida, de uno y medio. En casa de sus suegros, reina el estupor. «Estamos conmocionados por la noticia. Somos una familia pacífica», afirma el suegro de la kamikaze, Yussef Awad.

El esposo de la joven, Ziyad Awad, de 24, había abandonado la casa paterna en Cheij Ejleen para instalarse en un departamento alquilado en otro barrio de Gaza. Según sus vecinos, el padre reprochaba a su hijo, conocido por ser un simpatizante de Hamas, pasar demasiado tiempo en la mezquita y abandonar a su familia.

Los allegados de Reem se niegan a hablar del atentado. «Ella no era religiosa cuando se casó», dice uno, acusando indirectamente al marido de haberla influenciado. El padre de Reem, Saleh Al-Riyachi, es un hombre de negocios, propietario de la mayor fábrica de baterías de automóviles de Gaza.

«Cometo este atentado con nuestros hermanos de las brigadas de mártires Al Aqsa para vengarme de los enemigos de la humanidad que siembran la destrucción en Rafah, en Naplusa y en el resto de los territorios palestinos», afirmó la joven kamikaze en una grabación.

Con velo, la cinta verde de Hamas en la frente y un kalashnikov en la mano izquierda, la joven promete en esta grabación que «el fuego de la venganza no se apagará y quemará a los enemigos para expulsarles de estos territorios».

«He soñado frecuentemente con perpetrar una operación de martirio en Israel pero no lo conseguí. El martirio era un sueño para mí y aconsejo a mis hijos que tanto quiero, que estudien en escuelas islámicas», afirmó.

Otros grupos radicales palestinos, incluida la Yihad islámica, ya encargaron operaciones suicidas a mujeres pero ninguna de ellas tenía hijos.

El último atentado suicida cometido por una mujer se remonta al 4 de octubre del 2003, cuando una joven abogada de Jenín (norte de Cisjordania), miembro de la Yihad, se inmoló en un restaurante de Haifa, al norte de Israel, y mató a 21 personas. «El hecho de que una mujer participe por primera vez en una operación de Hamas marca una evolución cualitativa de las brigadas Ezzedin Al Qassam», declaró el jefe espiritual de Hamas, el jeque Ahmad Yassin. (AFP)

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